El Madrid ya es Real

José Luis Malo hace 6 años 33.4k
El Real Madrid amasó otra goleada en Liga. EFE

La racha de las últimas semanas, con remontada al PSG incluida, confirma la rehabilitación casi completa del equipo. Pegada, puntería, ataques veloces y jugadores decisivos enchufados componen una tendencia muy optimista. La 'bbc' también se engrasa: doblete de Cristiano, gol de Bale y tanto y dos asistencias de Benzema.

 

El Madrid ha dejado de ser rana. Pero no para convertirse en príncipe; en todo caso, sería un rey (de Europa, claro). Pero no es esa su actual apariencia. Es un dragón. Su fuego empieza a ser intenso, crea miedo, es voraz. Comienza a sobrevolar sobre sus enemigos para reducirlos a cenizas. Se acabó el espejismo de la temporada; el Madrid se ha vuelto Real. 

Ahora que se atisba la meta, el equipo de Zidane está ahí. Afilado y afinado. Valiente y caliente. No le dará para recuperar tanto traspié liguero, pero este rodaje liguero para el asalto de la 'Decimotercera' le tiene carburando al cien por cien. O casi. 

En ese dragón asoman con fiereza las garras de la 'bbc'. De Cristiano Ronaldo nunca se duda. Pero es que ahora, además, se ha regenerado físicamente. Si hambriento es peligroso, con frescura resulta imparable. Bale, que al fin tuvo 90 minutos, le está echando madera a su locomotora. Y Benzema hizo un completo: marcó y asistió. 

Los cuatro tantos llevaron su firma. Ellos ahogaron al Alavés, convertidos en un Triángulo de las Bermudas. El conjunto vitoriano fue bravo, dominó y gustó hasta que el 2-0 le puso el 'game over'. Ganó el sorteo de campo y en todo lo que no tenía que ver con la 'bbc'. Buenas armas. Pero de nada vale un ejército organizado ante los dragones. 

Más actores secundarios 

Pero no queda ahí el paso adelante. Keylor Navas es ese saltimbanqui que vuela de un palo a otro para evitar goles sin parar. Los papeles hablarán de los tres delanteros, pero el costarricense estuvo sobresaliente para aparecer en los momentos más delicados. No es tan guapo como De Gea, ni tan mediático, pero es un portero tremendo. 

Hay algún asterisco, como Theo, pero, en general, se vislumbran más tipos abandonando el pozo. También Casemiro, al que su mejoría física le está permitiendo gobernar en los dos lados de la línea central. Y Lucas, insaciable y elegante, ya se ha confirmado como el quinto Beatle. No quiere quedarse fuera en los momentos más bonitos del año. 

Enésima goleada 

El Madrid vuelve a estar en erupción goleadora. Tres al PSG y el Leganés, cinco a la Real y al Betis... también se fue trasquilado el Alavés, que se llevó cuatro casi preguntándose cómo ocurrió todo tan rápido y con un castigo tan doloroso.   

El truco para esa goleada estuvo en otra de las pruebas inequívocas de la rehabilitación blanca: ese juego de serpiente con el que el Madrid engaña a sus rivales. Tras un cuarto de hora con más jugadores atendidos que disparos, los de Zidane se dieron cuenta de que el Alavés había vallado su portería. Así que desplegaron la trampa: se abrieron, le invitaron a atacar y le hicieron creer que podían ponerse por delante.  

A cada parada de Keylor Navas, más veneno e ilusionismo para los vitorianos. Se dieron cuenta del canto de sirena con el sonido de alarma que Cristiano Ronaldo activó a un minuto del descanso. Benzema flotó con un pase de tacón y el portugués giró 180 grados para inventarse el gol; estaba de espaldas al arco y dos segundos después ya corría a celebrar su tanto. 

Apisonadora 

El descanso fue otro embuste para el Alavés. Porque, como tal, no hubo descanso. No había transcurrido un minuto y Bale ya había sentenciado la faena. Alexis controló como si tuviera miedo y abrió una autopista para que Benzema saliera en tromba. Su segunda asistencia de la tarde activó de nuevo el Triángulo de las Bermudas. 

Aunque Lucas Vázquez quiso ser el cuarto vértice, la siguiente foto fue de nuevo para Cristiano. El gallego vio por la mirilla que el luso entraba como una exhalación. Dejó el balón y se apartó para que embistiera la bola. Para hacer el tercero, su doblete y recordarle a toda Europa que tiene la servilleta puesta en el pecho y el tenedor y el cuchillo en las manos. 

Y aunque no sorpendió que el fin de fiesta llegara con otro tanto, sí que lo fue la vena solidaria de Cristiano Ronaldo. En un claro atropello de Laguardia a Bale, dejó a todos boquiabiertos dándole la bola a Benzema. Hizo su golito el francés, que había empezado la tarde fallando un gol clamoroso (y otro en fuera de juego) para acabar casi como el MVP de la tarde y subiéndose al barco de Zidane, que ya avanza como un transatlántico. 

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