Este fin de semana se vivió un episodio violento en los campos de Primera Catalana. El portero del Manlleu agredió al árbitro tras anularle un gol, una acción de la que se ha querido desmarcar el propio club.
"El chico está arrepentido, pero las cosas siguen así. Se da cuenta de lo que ha hecho. Quiero desmarcar al Manlleu de estas acciones. No es un equipo violento", dijo Eduard Marginet, presidente del club catalán, a 'Radio Marca'.
"La Junta tendrá en la noche del lunes una reunión extraordinaria y entonces decidiremos. La decisión se tomará en una votación. Espero que con la Junta tomtemos una buena decisión", afirmó el máximo dirigente sobre qué pasos tomar con Iván González.
Es por ello que el Manlleu se ha querido desmarcar de la acción. "Espero que sea tomado como una acción aislada del jugador. No es una cuestoón del club, aunque acataremos la sanción que nos pongan", explicó.
No le saldrá barata la acción al portero del Manlleu. González podría ser sancionado un año por pegarle una patada al colegiado del partido ante el Sant Cugat, después de que este le anulase un gol en el último minuto que ponía las tablas en el marcador.