El Milan puede no estar presenten en la próxima edición de Europa League, pese a haberse ganado dicho privilegio sobre el campo. El propio equipo está negociando un acuerdo con la UEFA en el que presentó su renuncia a disputar la competición de cara a equilibrar su situación económica.
'Corriere della Sera' confirmó que la directiva del club presentó a la UEFA una petición para ceder su plaza continental a otro equipo. El objetivo es tener más tiempo para regular su situación y cumplir con los requerimientos del 'Fair Play Financiero'.
El Milan ya recibió una sentencia por su incumplimento del sistema financiero de la UEFA. La investigación, que comprendía la etapa desde 2015 hasta 2018, quedó paralizada y en caso de disputar competición internacional, se reabriría este mismo verano.
La cuestión radica en que, en caso de que el Milan juegue la Europa League, se reabriría la investigación y en ella se contaría también los ejercicios fiscales desde 2016 hasta la actualidad... y estos se encuentran, al igual que los de la anterior etapa, desequilibrados, por lo que el club podría recibir grandes multas, que empeorarían la situación, además de que también podrían ser sancionados sin jugar la Europa League.
De esta manera, la decisión de no jugar competición continental hace ganar al Milan un año de tiempo en el que dejar, al fin, su situación financiera completamente regulada y dejar de lado, de esta manera, los rompecabezas de la directiva en cada verano.
El Milan se ganó el derecho a disputar la competición en el campo, quedando quinto en la calsificación del torneo doméstico italiano. La renuncia a Europa podría haber sido muchísimo más dolorosa en caso de que hubiera conseguido un punto más en Serie A, ya que entonces se habría clasificado a la Champions League.
En caso de que la UEFA acepte la petición del club 'rossonero', su plaza de Europa League iría para el siguiente clasificado en la tabla de la Serie A, el Torino, que acabó séptimo.