Neymar es un ejemplo a seguir con el balón en los pies. Dribla, marca, asiste y regala espectáculo en cada partido. Pero no es oro todo lo que reluce o, al menos, así lo ha demostrado él mismo en el encuentro ante el Celtic.
Corría el minuto 75 de partido en Celtic Park. El PSG pasaba como un rodillo por encima de los escoceses y el 0-3 del marcador así lo reflejaba. En una acción ante Ralston, el brasileño cayó al suelo reclamando una falta no pitada por el colegiado que, además, le sacó tarjeta.
El jugador local le reprochó a Neymar que, a su juicio, se había dejado caer. Las imágenes no muestran un contacto claro, y menos desmedido, entre la pierna del británico y el pie de 'Ney'. Fue entonces cuando se inició un intercambio de pareceres que terminó con el ex azulgrana vacilándole a su rival.
Neymar le dedicó un beso a Ralston, justo antes de invitarle a que observase el resultado en el luminoso. Acto seguido, y por si no le hubiese quedado claro, el 'crack' del PSG le indicó el resultado con sus dedos.
Podría ser un simple calentón de esos que se quedan en el terreno de juego. pero no fue así. Al final del choque, el del Celtic quiso arreglarlo. Neymar se negó a darle la mano a Ralston, un gesto que no ayuda a transmitir los valores que se le presupone a este deporte.