El brasileño del que ya nadie se acuerda que ayudó a construir el PSG actual
El brasileño Nenê fue la estrella del equipo parisino en la transición entre el equipo modesto que dejó Ronaldinho y la actual máquina de ganar títulos que es el PSG.
"Me gustaría jugar con Neymar", reconocía Anderson Luiz de Carvalho, Nenê, en 2012. El futbolista era una de las estrellas del PSG que ya estaba montando Al-Khelaïfi con la ayuda de Carlo Ancelotti y llegaba a Brasil para pasar las vacaciones de Navidad en su país con su familia.
No pedía el fichaje de la entonces jovencísima estrella de 19 años al PSG, sino que quería dejar Francia para jugar con Neymar en Santos. El fichaje nunca se llevó a cabo. Tampoco él volvería a actuar con la camiseta azulona del PSG, pues sería traspasado ese mismo invierno al Al-Gharafa catarí.
Nunca recuperaría el excelente nivel mostrado en Francia y, tras un paso efímero y sin suerte por Inglaterra en el West Ham, acabaría regresando a Brasil, donde volvió a recuperar un aceptable nivel en un fútbol menor.
Conocido en España
Mucho antes, Nenê se había convertido en un trotamundos del fútbol español. Llegó al Mallorca, pero también conoció de cerca lo que era ser dirigido por un magnate mucho antes del PSG en el Alavés de Piterman, club en el que jugó entre 2004 y 2006.
Pero Nenê siempre fue un culo de mal asiento. Pasó un año por el Celta -en el que también lo hizo bien pese al descenso del equipo- y se fue al Mónaco, donde comenzó su leyenda en Francia. Fue una estrella de los del Principado junto a Ménez y, tras una nueva cesión en España, en el Espanyol, el PSG se lanzó a su fichaje en 2010.
Reconstrucción del PSG
Fue la estrella absoluta en la primera temporada -20 goles y 16 asistencias- y, ya en la segunda, se unió a Pastore, Maxwell, Ménez, Motta, Matuidi y Gameiro para llevar al PSG al subcampeonato -27 goles y 12 asistencias- y de vuelta a la Champions League.
Ya bajo la dirección de Carlo Ancelotti, Nenê aún jugaría con Ibrahimovic, Lavezzi, Thiago Silva, Verratti o Lucas Moura, pero en Navidad decidió dejar el equipo. Y es que él nunca fue uno de esos que gustan de ser cola de león. Eligió ser cabeza de ratón y por eso buscó nuevos retos.
La historia no le salió bien pero, si Neymar eligió el PSG, en buena medida fue gracias a un compatriota suyo del que casi nadie se acuerda, pero que ayudó a crecer al equipo de Al-Khelaïfi cuando nadie creía en él.