Ha sido el mayor piscinazo de la pretemporada, y quizá no veamos otro igual. Moi Gómez fue más pillo que nadie, y simuló un penalti que se sancionó gracias a que en estos amistosos no hay VAR.
Se metió en el área al cazar un balón suelto, el cual se le fue largo, se tropezó consigo mismo y cayó. Y el colegiado, ante la estupefacción de los 'txuri-urdines', pitó penalti.
El verano se está acabando, empieza a hacer frío y a la temporada de piscina le queda poco. Quizá por eso Moi Gómez aprovechó para hacer un salto propio de un campeón olímpico.
No hubo contacto, aunque sí había piernas por ahí. Pero nadie le tocó. A Moi Gómez se le fue el balón largo y, como ya estaba trastabillado al haber tropezado consigo mismo, acabó cayendo.
El rival más próximo estaba a más distancia de la que recomiendan las autoridades sanitarias para prevenir propagar el coronavirus, pero cayó. ¡Y le pitaron penalti!