La Seca, diminuto pueblo de la provincia de Valladolid, vio cómo dos de sus ilustres vecinos llegaban a ser internacionales con la Selección Española durante los años 90.
Valladolid no ha sido históricamente un reducto de jugadores internacionales con España. Sin embargo, un pequeño pueblo de la zona, de apenas 1.000 habitantes, tiene el privilegio de poder decir que ha aportado dos jugadores a la Selección Española en la década de los 90.
En la zona de los viñedos de Rueda, mucho más conocida por su gran vino, se alza este pueblo que vio nacer hace exactamente 52 y 51 años respectivamente a Eusebio Sacristán y Gregorio Fonseca.
El primero es mucho más conocido. Hizo carrera en el 'Dream Team' de Cruyff y fue internacional bastantes ocasiones antes de retirarse y pasar a ser entrenador de éxito, en estos días en la Real Sociedad.
Pero no muchos se acuerdan de Goyo Fonseca. Fue uno de los mejores delanteros españoles de la década de los 90 y, por ello, llegó a ser internacional tanto con Miera como con Clemente. Su carácter, díscolo, le llevó a estar peleado con la grada de 'su' Real Valladolid varias veces. Y la suerte no le sonrió demasiado cuando se fue traspasado al Espanyol.
Su carrera acabó pronto, pero es que su excelente nivel de principios de los 90 desapareció en sus posteriores etapas en el conjunto catalán y en el Albacete. Hoy es agente de jugadores y pocos de los jóvenes aficionados le recuerdan.
Un día, sin embargo, fue internacional (4 veces) e incluso se dio el lujo de jugar en Valladolid los 90 minutos con España ante Estados Unidos. Compartió 45 con Eusebio y, aquel día (11-03-1992), el pequeño pueblo de 1.000 habitantes pasó a la historia por tener dos jugadores representando a España al máximo nivel.
Dos carreras diametralmente opuestas, pero que tuvieron un punto común en los 90 y pusieron a Valladolid en el centro del planeta fútbol durante el año 1992.