El PSG juega con fuego y no se quema ante el Angers
Los parisinos consiguen una ajustada victoria tras jugar prácticamente todo el partido con un hombre menos por la expulsión de Thiago Motta.
No será un partido recordado por un juego brillante. Tampoco como una goleada del PSG. Los de Emery picaron billete en el camino hacia el título ante el Angers con la ley del mínimo esfuerzo.
En la primera parte, el PSG encarriló el choque con un doblete de Mbappé y se dedicó a sestear, dando alas a un Angers que se metió en el choque con un tanto a falta de un cuarto de hora.
El choque, a pesar de parecer un juego de niños, no fue tal para el PSG, que aun así logró sumar 39 partidos consecutivos ganando en el Parque de los Príncipes, igualando un registro de entre enero de 1993 y diciembre de 1994.
Los de Emery se adelantaron pronto, gracias a un espectacular pase de Draxler a Mbappé con el que el joven francés ponía fin a su mal momento de forma.
Sería él mismo quien aprovecharía un nuevo regalo, esta vez de Kurzawa, para hacer el segundo cuando todavía no se había cumplido la primera media hora de juego.
El PSG soñaba con una goleada sencilla, pero Motta lo complicó todo con una autoexpulsión flagrante tras una dura entrada en el costado a Romain Thomas.
Con uno menos, el equipo parisino siguió dominando, pero no pudo sentenciar el choque en la segunda parte y el Angers adelantó líneas y puso el 2-1 por mediación de Toko Ekambi.
Quedaba un cuarto de hora y el modesto equipo se lo creyó, aunque el PSG aún tendría oportunidad de hacer el 3-1 en dos acciones individuales de Mbappé.
Los últimos minutos, ya con el PSG defendiendo el 2-1, estuvieron a punto de costarle caro a los locales, pues Trapp se erigió en salvador de un equipo que se convirtió en un flan y a punto estuvo de ceder un intrascendente empate.
Con la victoria, eso sí, el PSG da un pasito más hacia el título, pues se va hasta los 17 puntos de ventaja con respecto al segundo.