El RB Leipzig volvió a empatar por segunda semana consecutiva, lo cual le privó de meter presión temporalmente al Bayern de Múnich y le deja expuesto a la posibilidad de que los bávaros se alejan más en el liderato este domingo. Los de Nagelsmann echaron bastante en falta a Timo Werner, que tenía molestias y entró demasiado tarde a jugar.
Lo que pintaba a gran oportunidad para que el RB Leipzig metiera presión al Bayern de Múnich en la lucha por el liderato se convirtió en segundo resbalón consecutivo. Los de Nagelsmann cedieron otros dos puntos por segunda semana consecutiva.
Ello supone que de haber igualado en la cabeza a expensas del choque bávaro contra el Augsburgo ha pasado a ver cómo la primera posición puede quedar a cinco puntos tras completarse la jornada.
Incapaz de hacer daño a un Wolfsburgo que sigue merodeando las posiciones europeas, el RB Leipzig terminó echando bastante en falta a Timo Werner, quien se quedó en el banquillo por culpa de unas molestias que su técnico no quiso forzar y cuando entró ya no hubo tiempo para cambiar el decorado.
El choque comenzó intenso, con llegadas a ambas áreas. Aunque fue más efecto gaseosa que otra cuestión. La única oportunidad peligrosa la protagonizó Angeliño, si bien su gran recorte ante Steffen acabó con mal tiro.
Viendo el panorama, Nagelsmann no tuvo más remedio que tirar de Timo Werner. También de Dani Olmo, si bien solo valió para que Wolfsburgo se parapetara atrás y creara un muro imposible para el RB Leipzig.