El equipo blanco es fiel a su historia y derrota a la Juventus en Cardiff con doblete de Cristiano Ronaldo, un tanto decisivo de Casemiro y otro de Marco Asensio para redondear la goleada.
El cuento de siempre en Europa. El Madrid ganando y la Juventus perdiendo. Los 90 minutos de fútbol en Cardiff no hicieron sino convertir en realidad la historia de la Champions League.
Los blancos ganaron porque fueron fieles a sí mismos y la Juventus perdió porque acabó por traicionarse tras el descanso, cerrándose atrás y dando facilidades para que los de Zidane hicieran su juego.
Y eso que el choque comenzó de manera inmejorable para los de Allegri. La 'vecchia signora' encerró al Real Madrid de salida y dispuso de las primeras ocasiones. Higuaín probó dos veces a Keylor y Pjanic le sacó brillo a los guantes del costarricense con una volea que rozó el gol.
De Keylor a Cristiano.
El Madrid, paciente, acabó por hacerse con el mando del choque y terminaría por adelantarse en un contragolpe excepcionalmente gestionado por Benzema y finalizado con una pared sensacional entre Carvajal y Cristiano Ronaldo. El luso no faltaba a su cita y lo celebraba como sólo él sabe. La final ya estaba de cara para los de Zidane.
El gol espoleó a una Juventus narcotizada, que se fue adelante con todo y empató de la manera más inesperada, con una dejada en el pecho de Higuaín que finalizó en remate acrobático Mandzukic. Los italianos no estaban haciendo su mejor juego, pero su presión adelantada les estaba dando unos réditos insospechados ante un Real Madrid a la espera de un contragolpe mortal.
Fueron los mejores minutos de los de Allegri, que metieron al Madrid en su área y merodearon un segundo tanto que lo hubiera cambiado todo, pero el Real Madrid nunca muere en Europa.
El enigma del descanso.
Con la Juventus dando más sensación de peligro el partido llegó el descanso. Algo tuvo que suceder en el vestuario blanco en Cardiff, porque lo que se vio tras la reanudación no se pareció en nada a lo vivido en la primera mitad. Y buena parte de culpa tendrá Zidane y la unión existente en el banquillo blanco, porque los 'merengues' se comieron a la Juventus en los segundos 45 minutos.
Los del técnico francés empezaron por sobrecargar la banda de un Barzagli desubicado y acabaron haciéndose con el mando del partido por méritos propios y por renuncia de una Juventus que optó por defender el empate y no pisó el área de Keylor Navas en toda la segunda parte.
Pese al claro dominio blanco, el 1-2 tardó en llegar y no lo hizo uno de los 'sospechosos habituales'. Llegó con un zapatazo de Casemiro desde su casa que tocó en Chiellini y despistó a un Buffon que no estuvo a la altura en todo el choque. Hasta en los pequeños detalles lo tuvo todo de cara el Madrid en su competición predilecta.
Con el segundo tanto el partido murió. El Real Madrid, dueño absoluto de la posesión y del juego, se gustó y pudo golear, sentenciando al poco tiempo Cristiano Ronaldo tras un gran centro de Modric desde la banda derecha. En una área Higuaín era una máquina de perder balones y, en la contraria, Cristiano convertía en oro todo lo que tocaba.
Los últimos minutos fueron un paseo triunfal para los de Zidane en su camino a la 'Duodécima', en tanto que la Juventus se perdió en lamentaciones y acciones sin aparente incidencia en el juego que acabaron con Cuadrado expulsado tras ver dos amarillas y con una segunda mitad en la que Keylor prácticamente no tocó el balón.
El ciclo del fútbol mundial lo domina el Real Madrid y ya muchos comparan a este equipo con los mejores de la historia. La Juventus, por su parte, se quedó sin triplete y ocupando el lugar que tristemente para los italianos siempre ha tenido en Europa. Perdió su séptima final y reverenció a uno de sus rivales históricos en la Champions: el gran Real Madrid de las 12 copas.