No hay quien pare al Alavés en Mendizorroza. El conjunto de Abelardo cosecha una nueva victoria que le permitirá estar en posiciones de privilegio un día más. El Huesca, por su parte, sigue sin poder salir de la última posición.
Pocos equipos han sido capaces de sacar algo positivo de Mendizorroza esta temporada en la Liga Santander. Son ya cuatro triunfos y dos empates los que cosecha el conjunto vasco en este inicio de campaña.
Costó encontrarle el punto al partido. Sabían ambos conjuntos que, pese a la diferencia en la clasificación en estos momentos de la temporada, era un duelo clave para pensar en la permanencia.
Pudo adelantarse el Huesca en los pies de Moi Gómez. El mediocentro lo tenía todo de cara para poder marcar el primer tanto del encuentro, pero remató mal un balón franco, salió rebotado por el césped y no encontró portería.
Poco a poco el Alavés se fue haciendo dueño del partido. No le importa a Abelardo cambiar de registros durante el choque. A veces dominador de la posesión, otras esperando atrás con puñales para salir a la contra, el cuadro 'babazorro' fue haciendo suyo el duelo.
Sin embargo, se encontró el Huesca con un gol algo afortunado. Moi Gómez quiso lanzar desde fuera del área, recortó y sí lo hizo un poco más cerca, pero siempre desde más allá de la frontal. El disparo, colocado y no demasiado fuerte, se lo comió Sivera junto al palo para regalar la sonrisa a los aficionados oscenses que se desplazaron hasta Mendizorroza.
Apretó el Alavés, que no quería hincar la rodilla por primera vez en la temporada en su campo. Y lo hizo de la mano de sus dos extremos: Ibai Gómez y Jony. En qué gran momento de forma están los dos jugadores del cuadro vasco. El primero centró desde la derecha para encontrar la cabeza del segundo. Pocos goles marcó así el asturiano, que puso las tablas en el marcador.
El partido, que se había animado en los últimos instantes de la primera mitad, entró en barrena tras el paso por los vestuarios. Todos parecían conforme con no hacerse daño.Todos no. Sobrino, que había entrado minutos antes, quería más.
Calleri le disputó un balón que parecía perdido a Semedo. El central, nervioso, puso un pase a lo que creía ser un compañero. Sin embargo era un Sobrino que no desaprovechó tal regalo para fusilar, con algo de fortuna, a Jovanovic junto al palo.
Con el Alavés remontando, poco más pudo hacer un Huesca al que le volvieron a pesar los errores. Tuvo la oportunidad, eso sí, de empatar en los últimos minutos de partido, pero apareció la mano de Sivera abajo para frenar el toque a bocajarro de Longo.
Nueva derrota para un Huesca que no sabe lo que es ganar desde que se estrenase en la categoría. El Alavés, por su parte, iguala al Atlético de Madrid en la segunda posición y dormirá, al menos dos semanas, en puestos Champions.