El Sevilla arranca con más pólvora que fútbol

BeSoccer hace 4 años 2.8k
Reguilón y Nolito dieron a Lopetegui su primer triunfo. EFE

Primera victoria de Julen Lopetegui como entrenador del Sevilla merced a los tantos de Reguilón y Nolito. Fue un partido de carencias: al Espanyol le faltó hambre y a los visitantes, fútbol, pero acabó decidiendo el oportunismo ante la meta rival.

Lopetegui, al que LaLiga despidió abruptamente a domicilio con una dolorsa 'manita', volvió al campeonato levantando los dos pulgares. Uno por cada gol. El de Reguilón, con alma de delantero, y el de Nolito, jugando a esquiador en el área del Espanyol en el tramo final. 

David Gallego, que estaba invicto con los catalanes en nueve partidos oficiales, conoció su primera derrota ante un Sevilla estajanovista que, a falta de consolidar automatismos, por ahora tiene pólvora

El exceso de respeto fue la tónica de la primera mitad. El dominio inicial del Sevilla fue puro efectismo. Los de David Gallego, más pendientes de no perder equilibrio que de enseñar colmillo, fueron solo orden. Apilaron bastantes saques de esquina, pero fueron incapaces de aprovecharlos. 

El Sevilla, con bastantes caras nuevas en el once, tuvo como motor al más incombustible. Jesús Navas, más astuto cuanto más viejo y aún con gasolina en las piernas, era de los pocos que había daño encarando. 

De su mano se fue animando desde la otra orilla Reguilón quien, sorprendentemente, protagonizó las sacudidas más peligrosas. Por eso no debe dejar tan de piedra que abriera él el marcador, por más que no sea su labor. 

Jesús Navas centró, la bola se envenenó y De Jong, puro '9', metió la cabeza para festejar el 0-1. Sin embargo, Diego López sacó brazos como molinos de viento y evitó lo inevitable. No obstante, la bola dio en el larguero y cayó a los pies del lateral cedido por el Real Madrid, que hizo el 0-1 a placer

Lejos de abrir el choque en la segunda mitad, aletargó al Espanyol, al que probablemente le pesaron las piernas. Ni Wu Lei ni el 'Monito' Vargas removían el ambiente; no encontraba su interruptor David Gallego. 

A los diez de la reanudación, Ferreyra chocó contra Diego Carlos y cayó de manera ruidosa al área. Martínez Munuera no lo dudó, señaló los once metros. Pero el VAR, así que tuvo que acudir al monitor. Ahí vio una mano involuntaria del central, aunque parece que de lo que de verdad se percató fue de que la falta que él creía no existió

Eso fue un palo anímico para el Espanyol, incapaz de reengancharse al duelo. El Sevilla manejó más que sacudió, por eso no ampliaba con el gol de la tranquilidad. Lo tuvo Nolito en una contra fugaz, pero disparó a las palomas, como suele decir él. 

Con el resultado sin abrochar, los minutos finales ofrecían esa moneda al aire del empate o la sentencia. Cayó lo segundo tras un saque de banda que dejó a la defensa 'perica' estática. Esa vez sí, no lo desaprovechó Nolito, al que le bastaron un par de juegos de cadera para verse solo ante Diego López para definir. 

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