El Atalanta cayó ante el Shakhtar Donetsk en el que debía ser su estreno en casa. Una casa, el Giuseppe Meazza, en la que están de alquiler después de que la UEFA no homologase su estadio para la competición.
El Atalanta no consigue arrancar en esta Champions. Tras comenzar ambos con derrota, fue el Shakhtar el que se quedó los tres puntos en un duelo igualado que decantaron los despistes.
Un partido que se disputó en tierra de nadie, pues el Atalanta no recibió el visto bueno de la UEFA para homologar su estadio. Al final tuvieron que llegar a un acuerdo para jugar en el Giuseppe Meazza.
Así pues, jugadores y aficionados tuvieron que trasladarse 60 kilómetros hasta Milán. Con una entrada paupérrima, dio comienzo el partido y el Atalanta se las daba muy feliz.
Los 'nerazzurri' comenzaron con dominio en el juego y antes de que se cumpliese la primera media hora de juego llegó el tanto de Duván Zapata, quién si no.
El colombiano se elevó por encima de todos, aprovechando también la mala salida de Pyatov. La ventaja podía haber sido mayor, pero Ilicic marró una pena máxima.
El vendaval italiano subió revoluciones y Pasalic estampó el cuero en el poste. Tanto perdonar se tornó, como suele pasar casi siempre, en su contra.
Júnior Moraes aprovechó un gran pase Alan patrick y un despiste de la defensa local para igualar la contienda tras sentar a Gollini con un gran regate.
Al descanso se llegó con máxima igualdad y tras el paso por los vestuario el ritmo decreció bastante. El Atalanta, lejos de sentirse en casa a pesar del calor de los suyos, no vio con claridad la segunda parte.
Justo cuando parecía que el choque iba a morir, el Shakhtar sacó el orgullo para llevarse los tres puntos. Solomon, que entró en la segunda parte, aprovechó un nuevo despiste para sellar la victoria.
Segunda derrota del Atalanta que ve cómo lo que parecía el sueño se va transformando poco a poco en pesadilla. Sin casa, sin puntos y sin juego.