El show de Sergio Rico

Isabel Ruiz hace 6 años 27.7k
Sergio Rico fue el héroe del partido. AFP

El Sevilla se llevó los tres puntos en casa ante un buen Girona que se encontró con un imbatible Sergio Rico. El guardameta se reconcilió con el Sánchez Pizjuán con varias paradas de mérito.

El Sevilla aparcó la Copa y se centró en LaLiga, en la que últimamente no estaba teniendo el rendimiento esperado. Enfrente tenía un Girona que ya no sorprende a nadie por su rendimiento y, en efecto, fue un partido muy disputado como se esperaba. 

Ambos conjuntos disfrutaron de ocasiones en el primer tiempo, aunque el Girona tuvo mejores oportunidades. Sarabia, Pizarro, Muriel... Todos intentaron marcar el primero sin fortuna. La misma que no tuvo Aday y fue por culpa de un hombre: Sergio Rico.

Y es que el meta del Sevilla ha sido el hombre del partido. Tiró de reflejos para despejar el tiro de Aday y después le paró un penalti, leyendo perfectamente sus intenciones. Su show no había hecho más que empezar.

Sarabia marca, pero Sergio Rico es el héroe

El primer tiempo acabó con el partido caliente y el Sevilla asestó el primer, y a la postre único, golpe del encuentro. En el 46', Correa disparó y los defensas del Girona sacaron el balón en la misma línea de gol, pero Sarabia estuvo muy listo y remató sobre la raya. Fue una jugada muy confusa, pero finalmente LaLiga le dio el tanto al ex 'merengue'.

A los de Machín les costó un poco reaccionar, pero lo hicieron y se encontraron un muro llamado Sergio Rico, que se llevó una merecida ovación de su afición.

El Girona quería conseguir una buena contra, pero el portero sacó una volea de Borja García, un cabezazo del 'Choco' Lozano, una falta peligrosa y, en los últimos compases del partido, un disparo a bocajarro de Portu.

También Sarabia tuvo la oportunidad de marcar el segundo, que por momentos estuvo más cerca que el empate, pero Ramalho sacó el balón en el último momento. 

Finalmente, los puntos se quedaron en Sevilla gracias a que los hispalenses aprovecharon sus ocasiones y, sobre todo, a que Sergio Rico le amargó la mañana al Girona

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