El central alemán del Bayern protagonizó una de esas infames traiciones que ocasionalmente se ven en el mundo del fútbol. Dejó el Borussia de Dortmund por el gran rival este verano, y su antigua hinchada no se lo perdona.
Con una sonora pitada ha recibido la que fue su casa a su ex jugador. Cuando saltó a calentar sintió el rencor del público, y durante el partido, a cada balón que le llegaba a los pies le seguía una estruendosa pitada.
Aún le queda una visita más al Signal Iduna Park, en liga, y quién sabe si Borussia y Bayern se cruzarán en la DFB Pokal.