Sin sufrir, disfrutando y haciendo disfrutar, el Atlético se embolsó tres nuevos puntos ante un Levante con más coraje que recursos 3-0. Aunque marcó el último, Fernando Torres fue el gran protagonista del partido al ver puerta en el primer partido doméstico como local tras anunciar su marcha. Correa y Griezmann marcaron en la primera mitad.
Era un partido más, pero englobado en un día histórico. Torres se sentó en el banquillo después de anunciar que hará las maletas. Volvió al Wanda tras esa noticia que encogió los corazones rojiblancos justo en el primer 'Día del Niño' celebrado en el nuevo estadio y acabó siendo el protagonista. Nada de esto fue casualidad. Todo estaba escrito en el libro del destino 'colchonero'.
La falta de alicientes deportivos por parte del Atlético, que no de un Levante que todavía se juega seguir en la máxima categoría, fue reemplazada por la fuerte carga emocional de un día así. Había miles de niños en las gradas. Centenas de jóvenes 'colchoneros' que llegaron a la nueva casa atlética de la mano de sus padres para vivir ese primer partido que nunca se olvida y que, además, por guión, acabó siendo memorable.
La casa del Atlético fue el sitio del recreo, como cantaba Antonio Vega, de todos los niños que portan el escudo del Atlético en el pecho y del que lleva el '9' en la espalda. La tarde de primavera dejó una actuación bastante notable a nivel colectivo de esas que, además, saben el doble de bien porque no cuestan demasiado trabajo. El Atlético salió a divertirse y a divertir a una grada, que engalanó al Wanda con el primer tifo de su historia.
Sin niño, aún, pero con un 'Principito'
De ídolo a ídolo. Con Torres en el banquillo, la grada hizo de Griezmann su presencia en el campo. El francés cuajó un partido soberbio, dejando asociaciones geniales con Gameiro y Koke y el segundo gol del partido. Pero el primer protagonista fue Correa, que abrió la lata con disparo desde dentro del área.
Sólo hubo un gol en la primera mitad, pero fue suficiente para dejar al Levante más que tocado. Tan sólo pudieron los granotas asustar a la contra, pero Godín y Savic tuvieron uno de esos días en los que fue casi imposible que el balón acabara llegando a las inmediaciones de Oblak.
Justo al inicio de la segunda mitad, mientras Torres calentaba en la banda y el Wanda se relamía en su día, Griezmann puso tierra de por medio con un remate fortísimo que trajo el 2-0. Le allanó el camino al 'Niño', que recibió relevo diez minutos más tarde... con media hora por delante y un partido idóneo para él.
Comunión rojiblanca
Los 'colchoneros' más jóvenes de la grada quizá no sepan que ese delantero que lleva el '9' debutó con 17 años cuando el Atleti todavía no estaba en Primera. Que marcó una época antes de marcharse para conquistar Europa y el Mundo y que volvió como el hijo pródigo que es. Como ese niño que se arrepintió de escaparse de casa, pero que tendrá que volver a dejar su hogar con 34 años.
Pero para que los niños abrazaran la historia llegó este día, porque pasó poco más de un cuarto de hora y Torres ya estaba poniendo en pie a los que le acompañaron en el sitio de su recreo al rematar de primeras un centro de Correa. Al cerrar un partido que no tuvo tiempo para más.
Fueron tres puntos fáciles, pero con un sabor especial. La Liga queda muy lejos y practicamente sería un milagro conseguirla, pero queda un objetivo en la casa rojiblanca (además de la Europa League), quedar por encima del eterno rival. Y eso sí que es factible. Tan factible, como peligrosa, es la salvación para el Levante, que todavía tiene un colchón de cinco puntos... pero detrás tiene a un Dépor que viene pisando fuerte.