El submarino torpedea la racha de Zidane
El Real Madrid cede sus primeros puntos de la temporada ante un Villarreal que logró adelantarse de penalti y mantuvo el tipo hasta el pitido final. Los blancos merecieron ganar, pero se toparon con Asenjo.
Todas las rachas acaban. Y la del Real Madrid de Zidane murió a las puertas de la historia. Los 16 triunfos consecutivos quedaron ahí, empatados con el Barça de Guardiola, que sigue perenne en la memoria.
Por ocasiones, el conjunto blanco mereció llevarse los tres puntos, pero el Villarreal mantuvo el tipo en los dos grandes arreones del conjunto blanco y se llevó un valioso punto del Bernabéu que le devuelve la autoestima tras meses de dudas.
La Liga sigue abierta, el Villarreal va cobrando forma y el equipo de Zidane no es tan perfecto como parecía. Tiene lagunas, sobre todo por el estado de forma de una 'bbc' que no está a su mejor nivel.
Ni Cristiano, ni Bale, ni Benzema andan en su mejor momento. Y son demasiadas bajas para un Real Madrid que tiene que redoblar esfuerzos sin Casemiro.
Aun así, se sucedieron las ocasiones para haber ganado bien a un Villarreal que tiró de orden atrás en Chamartín. Escriba clavó a Bruno en la medular y soltaba a Trigueros y Dos Santos en momentos muy puntuales.
Si además del buen planteamiento, el partido te brinda la oportunidad de adelantarte, no debes fallar. Y el error de Varane deribó en otra mano de Ramos. Esta vez no coló y el colegiado señaló penalti.
Bruno se puso a 11 metros de Casilla y le superó con una 'Panenka' maravillosa. Sin tiempo casi para celebrarlo, llegó el descanso. Mazazo, pitos en la grada y toque de atención.
Tocaba remontar, como ante el Sporting de Lisboa. Y el espíritu de las remontadas se apoderó del Bernabéu en 15 minutos de auténtico asedio. El partido vivía en el área de Asenjo, que sigue teniendo problemas en las salidas.
Así llegó el testarazo de Ramos, que enmendó el error y empató el partido. Aquí no ha pasado nada, vino a decir. Con más de media hora por delante, se intuía la remontada. Pero el Villarreal, que pareció noqueado en muchos momentos, se sostuvo, ahora sí, gracias a Asenjo.
Paradas a Cristiano, Morata y Benzema. Alguna que otra estuta con oración de por medio y la fortuna del que hace las cosas bien y acaba recompensado.
El Madrid buscó la épica, pero esta vez no apareció. Reclamó varios penaltis, más dudoso el de Benzema, pero el árbitro no estaba por la labor. Y entre nervios y protestas llegó el final. La racha es historia, un golpe de realidad que le recuerda al Real Madrid que LaLiga no es conquista fácil.