El Schalke 04 ha sido eliminado de la Europa League de la forma más dura que se conoce, jugando contra 10, en casa, y tras forzar una prórroga que parecía imposible. Pero este Ajax empieza a recordar a aquél gran Ajax de los primeros años 90.
El Schalke debía remontar el duro 2-0 encajado en el Amsterdam ArenA. Misión complicada pero no imposible. Se pusieron manos a la obra los germanos, pero el Ajax estuvo sólido toda la primera parte.
No así la segunda. En tres minutos el Schalke hizo saltar el cerrojo holandés y Goretzka primero, y Burgstaller después anotaron los dos goles que les valían a los de Gelsenkirchen para, al menos, forzar la prórroga.
El Ajax mantuvo la compostura, pero el cielo se les vino encima cuando, en el lapso de menos de 10 minutos, Veltman veía dos amarillas y dejaba a los suyos con un hombre menos.
Tocaba jugar los últimos diez y, si lo lograban, toda la prórroga con un hombre menos. Tarea titánica, pero el equipo holandés tiene el nombre del mítico Áyax, el más valiente de los griegos sólo por detrás de Aquiles.
El Schalke no fue Héctor, aunque por momentos fue un rival tan formidable como el troyano. De hecho, el Schalke tuvo la eliminatoria en su mano, cuando Caliguri anotó el 3-0, para el delirio de la grada germana.
Se habían evitado los penaltis, pero el Ajax no había dicho su última palabra. A la épica, en el minuto 111, Viergever anotó el 3-1 que daba el pase a los holandeses.
El Schalke se hundió. De tener la eliminatoria ganada había pasado a tener que marcar otro más en 9 minutos. Logró dos en la segunda parte en un abrir y cerrar de ojos, pero ahora, con las piernas cansadas y todo el Ajax bajo palos, era una misión imposible.
Lo intentó, pero se encontró con el 3-2 de Younes que ponía punto y final, en el minuto 120, a esta gran eliminatoria.
Ahora sólo queda que el Ajax no pierda la cabeza como Áyax y se suicide en semifinales Su rival será el Celta, el Manchester United o el Olympique de Lyon. Sólo puede quedar uno.