Una absurda y evitable expulsión de Shelvey al inicio de la segunda mitad dejó el camino libre a los de Pochettino, que tiraron de oficio para superar el entramado de Benítez. Anotaron Dele Alli y el lateral Ben Davies.
El Tottenham ganó al Newcastle, pero lo cierto es que sólo pudo desarmarlo cuando los de Benítez se quedaron con un jugador menos. Hasta entonces, ambos conjuntos regalaron una soporífera primera mitad que cambió drásticamente con la expulsión de Shelvey.
El Newcastle sufrió una desgraciada vuelta a la Premier. A los 34 minutos, Benítez ya había realizado dos cambios por lesión. Dummett y Lejeune se fueron antes de tiempo a la caseta, y los primeros 45 minutos se desarrollaron con apenas una tímida oportunidad por bando. Casi nada para llevarse a la boca.
Todo parecía abocado a decidirse por un chispazo, el mismo que cortocircuitó a Shelvey en el minuto 48. El centrocampista pisó la tibia de Dele Alli en las narices del árbitro, que no dudó en mostrarle la tarjeta roja. Cierto es que el pisotón no fue de una especial intensidad, pero la acción fue totalmente evitable.
Ahí todo cambió. Benítez se vio obligado a realizar el último cambio y el Tottenham se soltó la melena. Kane pudo poner el 0-1 pero falló lo que no suele perdonar en el minuto 51. Un aviso de lo que le esperaba al Newcastle.
Los 'cracks' de los 'spurs' aparecieron y, tras una buena combinación entre Kane y Eriksen, el balón llegó medido a un Dele Alli que la mandó a guardar en el 61. El atacante inglés, inmerso en rumores sobre una posible salida, rompía el muro de Benítez y desatascaba el encuentro.
No pasaron ni 10 minutos cuando de nuevo los tres jugones del Tottenham echaron el cierre al marcador. En esta ocasión fue el lateral Davies quien, llegando desde atrás, casi tuvo que empujar lo que le habían dejado en bandeja. Un gol que rubricaba los primeros tres puntos para el Tottenham y hacía trizas el regreso del Newcastle a la Premier.