Ha ocurrido en la sala de prensa del Campo Municipal de Bouzas, tras el partido entre el Rápido y el Valladolid B. Entraba en la sala el técnico blanquivioleta, el malagueño Miguel Rivera, discutiendo con un miembro del cuerpo técnico rival, y la rueda de prensa terminó antes de empezar.
No son buenos tiempos para el Real Valladolid B. Metido en descenso desde la segunda jornada, y habiendo sido colista hasta la vigésima, el club contrató a Miguel Rivera mediado septiembre para tratar de reconducir la situación.
La mano del malagueño se ha notado algo, y ahora al menos el Valladolid no es el farolillo rojo, estando a sólo cuatro puntos de la salvación.
Pero la tensión es palpable. Y esta jornada tocaba visitar al Rápido de Bouzas, uno de los primeros clasificados. Kaxe adelantó a los locales, y Domínguez igualó la contienda al poco, de penalti.
El partido fue muy tenso y el Rápido terminó con uno menos, por la expulsión de Cristian Pérez por doble amarilla tras decirle al colegiado que era "una pu** vergüenza". Los ánimos estaban muy caldeados, y entonces se produjo un rifirrafe entre los banquillos.
No quedan muy claras las causas, pero al parecer alguien del Rápido de Bouzas tachó de sinvergüenza al entrenador del Valladolid B, a raíz de unas palabras de éste durante el partido. Quizá lamentando que hubiera criterios distintos para el árbitro con sus jugadores y los rivales.
Rivera trató de explicarle en la sala de prensa que estaba en un error, que él no pronunció esas palabras, sino otras ("eso no es verdad, yo he dicho 'me ca** en la pu**', que es muy diferente", se le escucha decir a Rivera cuando entra en la sala de prensa).
Ninguno de los dos atendió a razones, y el técnico blanquivioleta se fue encendiendo, hasta que estalló tras ser llamado, al parecer de nuevo, sinvergüenza por su interlocutor.
Los locales se sintieron agraviados por el colegiado, y cuando Miguel Rivera se despidió del linier (al parecer aprobó su actuación), este miembro del cuerpo técnico del Rápido de Bouzas se lo echó en cara.
Al final, la rueda de prensa quedó en eso, una bronca y un puñetazo a la mesa que hiela la sangre. Porque esto es la Segunda B, el fútbol de verdad.