La Selección de Túnez, al igual que el resto de equipos de países de tradición islámica, están modificando su día a día para cumplir con el Ramadán, pero han encontrado una estrategia para paliar sus efectos durante los partidos.
Y es que el combinado tunecino está afrontado estos días varios encuentros amistosos de preparación para el Mundial, pero debido al Ramadán acuden a ellos sin hidratarse ni comer.
Pero, en sus últimos compromisos ante Portugal y Turquía, el portero de Túnez habría fingido una lesión al comienzo de la segunda parte, según 'L'Équipe', para paliar los efectos adversos para los futbolistas.
Y es que estas lesiones llegaron justo en el momento del 'iftar', es decir, en la comida nocturna que se realiza durante el Ramadán. Las dos lesiones del guardameta Hassen llegaron justo en la hora oficial de ruptura del ayuno para los musulmanes.
Los jugadores de Túnez, en ambos duelos, aprovecharon justo ese momento para acercarse al área técnica a tomar agua, dátiles y barritas energéticas; recobrando así energía sin dejar de respetar su culto.