Durante la pasada madrugada del martes, Argentina salvó una 'match ball' ante Colombia para su clasificación para el Mundial. La mayor parte de la culpa de ello la tuvo Leo Messi, que repartió dos asistencias y abrió el marcador con un auténtico golazo de falta...
Y es que, en estos tiempos en los que casi nadie duda de que Messi sea uno de los mejores lanzadores de falta de la historia, no está de más recordar que los inicios nunca son fáciles... ni para una estrella como él.
En su etapa como canterano de 'La Masía', Leo deslumbraba con una calidad innata. El cuerpo técnico consideraba sus regates y su capacidad para hacer gol como algo nunca visto en un joven de 14 años... un joven que, pese a su exquisito golpeo, no podía tirar las faltas porque había alguien por delante suya.
Se trataba de Juanjo Clausí, un jugador que compartió vestuario con Piqué, Fàbregas y Messi, a quién le quitó los galones que otorgaba el entrenador para ejecutar los libres directos. Ahora parece impensable que un jugador pueda pedirle el balón a la 'Pulga', quitándole la posibilidad de que el astro argentino trate de buscar puerta, pero hace unos años sí que fue así.
Eso sí, Clausí no tuvo la misma suerte que la mayoría de sus por entonces compañeros. A sus 29 años, el extremo zurdo ha pasado por clubes como el CD Castellón, el Atlético Saguntino o la UD Castellonense, el equipo en el que milita actualmente. Sus logros no han llegado a estar a la altura de los de aquellos chicos que compartieron cantera con él, pero puede presumir de haber sido el único hombre que no le dejaba tirar las faltas al astro argentino.
"He compartido infancia con Messi y eso no lo puede decir mucha gente", comentó el futbolista para el portal 'Yosoynoticia.com', quien, además habló de cómo ha marcado su vida el haber compartido vestuario con el mejor jugador del mundo.
"Siempre me preguntan por esa época y por Messi. Estuve cinco temporadas con él y fuimos a clase juntos desde que llegó a Barcelona con 13 años. Él era infantil de segundo año y le bajaron al de primer año por ser demasiado pequeño. Era muy tímido y callado, no hablaba apenas, pero cuando jugaba hablaba como tenía que hablar. Fue un privilegio conocerle", manifestó el dueño de una zurda que eclipsó a 'la zurda'.