El Manchester United arrolló al Leeds United en Australia, donde Greenwood, Rashford, Phil Jones y Martial pusieron los goles. Ole Gunnar Solskjaer le ganó la partida a Marcelo Bielsa, que no pudo contener a los 'red devils' con su defensa adelantada.
Arrancó el encuentro con ímpetu, entre dos equipos vertiginosos que no entienden el fútbol a bajas revoluciones. Pese a la diferencia de presupuesto, el Leeds United no dudó en llevar la iniciativa y tratar de someter a su rival con un planteamiento ultraofensivo.
Sin embargo, merced al paso de los minutos y las lagunas defensivas de los de Marcelo Bielsa, el Manchester United fue cobrando protagonismo y pasó de jugar al contragolpe a dominar por inercia el encuentro en el Optus Stadium de Australia.
No se había cumplido el minuto 2, cuando Marcus Rashford ya se había topado con la madera. El epílogo de un vendabal 'red devil' que besó las mallas en el mintuto 7. Paul Pogba filtró en profundidad a Wan-Bissaka para que sirviera el tanto a placer al canterano.
Sin tiempo a reponerse del mazazo, pasado el cuarto de hora, Rashford volvió a exhibir su velocidad y su técnica para driblar a sus dos marcadores para batir a placer a Kiko Casilla. Dos galopadas, dos tantos del Manchester United que enviaron a la lona a los de Bielsa antes del descanso.
Tras el paso por vestuarios y con un once totalmente remozado por los cambios, Solskjaer mantuvo su idea de esperar un error del Leeds para castigarle al contragolpe. Preso de su idiosincrasia, Marcelo Bielsa cayó en manos de un Manchester United tejido para correr.
Minutos después de la reanudación, Phil Jones cabeceaba a la red un saque de esquina. El central se impuso a su marcador y golpeó con vehemencia el balón para firmar el 3-0 y cerrar una victoria cuyo resultado dependería del acierto de sus galopadas posteriores.
Por fortuna para Marcelo Bielsa, solo Martial ampliaría la distancia. El delantero francés materializó la pena máxima que provocó Chong y cerró la goleada del Manchester United en pretemporada. Una imagen sólida del equipo de Solskjaer, en el que Paul Pogba volvió a jugar 45 minutos en plena oleada de especulaciones.