El Valladolid vence en la batalla de Zorrilla
El Valladolid se erigió en ganar de una de las primeras finales de la temporada. El conjunto vallisoletano remontó el partido a un Celta que cosechó su quinta derrota de forma consecutiva.
Dos equipos en situaciones peligrosas, mirando más hacia abajo que hacia arriba, se enfrentaban en el José Zorrilla en busca de un respiro. Tres puntos que, pese a quedar la mitad de la temporada, pueden ser vitales de cara al tramo final.
Los nervios afloraron en los primeros minutos de partido. Unos y otros sabían de la importancia de no encajar gol y así comenzaron el choque, con balones en largo y con temor a sacarlos en corto.
Fue precisamente en un error a la salida del balón cuando llegó el primer tanto del partido. A Míchel se le escapó el control en su propia área, la recuperó Pione Sisto que recortó y marcó por encima de un Masip que nada pudo hacer.
Aparecieron los primeros silbidos en el José Zorrilla. Conscientes de la mala situación por la que pasaba su rival, el Celta quiso encimar y buscar el segundo en el partido. La tuvo Boufal, también Maxi Gómez, pero ninguno de ellos logró afinar a la portería.
El fichaje de Sergi Guardiola por parte del Valladolid añade más mordiente al ataque pucelano. El delantero se empeñó una y otra vez en conseguir su primer tanto con la elástica blanquivioleta, algo que finalmente no se produciría.
El Valladolid reaccionó con el paso de los minutos. Buscó el empate, con algo de ansiedad, en los últimos minutos de la segunda mitad y a punto estuvo de conseguirlo. Desde la banda de Antoñito y de Nacho llegaron unas ocasiones que no terminaron de materializar.
El rumbo no cambió tras el paso por los vestuarios. Quiso más el Valladolid y lo consiguió de la mano de Óscar Plano. El delantero del Valladolid erró primero una ocasión clarísima para redimirse minutos después con un tanto con la izquierda, previo intento de taconazo de Keko.
Auspiciado por el tanto del empate, el Valladolid quiso más. Necesitaba una victoria en casa para volver a enganchar a todo Pucela en su lucha por la salvación. Lo consiguió a veinte minutos del final con, precisamente, un tanto de Keko. Primer gol en tres años del extremo, que no marcaba desde que estaba en el Eibar.
El Celta entró en depresión. Ni los cambios variaron el ritmo del conjunto celeste, que volvió a pecar de errores defensivos para seguir inmerso en una racha ya preocupante. Para más inri, Hoedt se fue a la caseta antes de tiempo por una doble amarilla que no le permitirá estar en el próximo compromiso.