La polémica en el fútbol no se acaba ni con el VAR. El video assistant referee tuvo una noche movida en Vila do Conde, distrito de Oporto donde si disputaba el choque entre el cuadro local y los lisboetas.
Tras llegar al descanso con empate a cero en el marcador, el segundo tiempo dejó dos tantos de los visitantes. El primero, de Bruno Fernandes, no deja lugar a dudas: fuera de juego claro y, por ende, bien anulado por el VAR.
Sin embargo, el segundo tanto, y único del choque a la postre, se produjo en una posición más que dudosa, con Bas Dost, al menos, rozando el fuera de juego. El árbitro no consultó a los asistentes de vídeo (ni viceversa) y el 0-1 no se movió del marcador.