En un partido aguerrido en Porto Alegre, Santos se fajó para intentar llevarse un triunfo valiosísimo ante Gremio, pero un polémico tramo final de encuentro brindó la oportunidad al equipo de Porto Alegre de empatar desde el punto de penalti.
En unos cuartos de final de la Copa Libertadores se paga cualquier error. Y Gremio, equipo que los aprovecha habitualmente, cambió de careta con Santos en el partido de ida de la eliminatoria entre ambos conjuntos brasileños.
El conjunto de Renato Gaúcho comenzó mejor el encuentro, pero pronto se diluyó ante un Santos con las ideas muy claras. El combinado paulista creció con el paso de los minutos y encontró premio a los 36 minutos. Un error en la salida de Vanderlei dejó en bandeja el 0-1 al equipo visitante. Kaio Jorge no perdonó y convirtió el primero.
Un tesoro para Santos, que sin hacer un partido brillante se marchó al descanso con una ventaja muy importante en la eliminatoria. Gremio se vio obligado a reaccionar, pero en la segunda parte empleó más ganas que fútbol.
Braz tuvo la posibilidad de igualar con un buen remate, pero no acertó en la definición. Tampoco Souza, que no tuvo su día a la hora de encontrar la portería rival en Porto Alegre. En esas, Gremio elevó el nivel de intensidad para tratar de empatar.
Ese arreón local dejó huecos en defensa. Kaio Jorge pudo sentenciar, pero no fue tan certero como en la primera mitad. La expulsión de Pituca en el 91' apuntaba a ser casi anecdótica, pero el partido todavía tenía preparado un final apasionante, a la par que confuso.
En el 94', Gremio pidió una posible mano en el área, el árbitro en un inicio no la señaló, pero sí recibió el aviso de VAR. Tras varios minutos de indecisión, acudió a la pantalla para ver la acción repetida.
Tardó un rato en apartar a todos los espectadores de ambos conjuntos que se juntaron para ver la jugada como si de una película de cine se tratase. Tras ver una y otra vez la posible pena máxima, tomó su decisión: penalti.
Casi un mundo después de señalar el penalti, Souza pateó y, con sangre fría, mandó la pelota al fondo de las mallas para confirmar el 1-1 de Gremio en las postrimerías. Un tanto que vale oro para los de Porto Alegre de cara a la vuelta en Sao Paulo.