Un punto para Mirandés y Tenerife en su duelo aplazado de LaLiga SmartBank (0-0). La ausencia del gol evitó un paso adelante rumbo al 'play off', pero un paso más para que ambos se distancien de la zona caliente.
Esa delgada línea entre el vértigo por no fallar y la ambición por acercarse al 'play off' sobrepasó a Mirandés y Tenerife en Anduva. El equipo tinerfeño insistió más de cara a puerta, pero careció de pólvora este miércoles. Una jugada polémica en la primera parte desembocó en un gol anulado a los visitantes muy protestado.
El Mirandés se adueñó de la pelota en la fase inicial del encuentro ante un Tenerife que decidió esperar en campo rival. Esa buena circulación de bola local fue cada vez más lenta y el cuadro visitante lo aprovechó.
Nono fue un auténtico peligro en cada pérdida del equipo de José Alberto. El Tenerife se encargó de robar en campo contrario y así fue como inquietó a Lizoain. Los dos avisos del atacante del conjunto tinerfeño sirvieron como aviso.
Javi Jiménez probó con un potente disparo de pierna zurda tras cazar una pelota suelta en el interior del área rival. Ya cuando el duelo veía llegar el descanso, llegó la acción polémica que pudo marcar el encuentro en Anduva.
Una falta lateral botada por el Tenerife obligó a Lizoain a salir para meter los puños. En ese momento, chocó con un compañero y el árbitro decidió señalar falta a favor del Mirandés justo en el momento en el Aitor Sanz, en el rechace, mandó la pelota al fondo de las mallas. Protestó y mucho el cuadro de Ramis la decisión... sin éxito.
Una jugada que desconcentró algo al club isleño en el inicio de la segunda mitad. Empezó mejor el Mirandés, que con el paso de los minutos, de nuevo, perdió más y más fuelle. No le dio la gasolina y el Tenerife llegó más entero.
Pese a ello, ni siquiera la entrada de Fran Sol, que tuvo una ocasión para marcar a través de un centro lateral, fue suficiente para que el Tenerife batiese la portería de Lizoain.
Tras el baile de cambio y ya en el añadido, fue Mario Barco, que entró en la segunda mitad, el que la tuvo para hacer de héroe en Anduva. Un saque de banda directo al corazón del área que terminó con un buen remate del atacante. Dani Hernández, atento, no se dejó sorprender.
Sin chicha ni chispa en esos instantes finales, llegó el pitido final. Un punto para Mirandés y Tenerife que contenta a aquellos que todavía miran para abajo por la permanencia y un punto que también sabe a poco para los que sueñan con el 'play off'. El Mirandés se queda a ocho del Rayo Vallecano y el Tenerife, a diez.