Ronald Araujo quedó como uno de los señalados del Inter-Barcelona. En cambio, Eric García, quien hasta última hora en verano estuvo a punto de irse al Girona, ha emergido en las últimas semanas como comodín y hombre importante para Flick. Se ha ganado su sitio en el 'Clásico'.
La heroicidad del Inter, especialmente de Sommer, responde más a las explicaciones de la eliminación del Barcelona que a errores propios. Lo cual no quita para que alguno haya salido en la foto y vuelto señalado. Es el caso de Ronald Araujo, criticado por errores como en la acción del 4-3. Si el uruguayo es la nota sombría del duelo, uno de los que confirmó que ha llegado apto a la competitividad del tramo final es Eric García.
Trasciende más allá del gol, que permitió al equipo reenchufarse a un encuentro del que estaba fuera. El ex jugador del Manchester City partió el curso en una situación casi de ostracismo. Es más, el último día de la ventana de fichajes la posibilidad de regresar al Girona fue real. Una situación que se replicó en el mercado de invierno con idéntico final.
Hasta entonces, había disfrutado solo de 5 titularidades. En 2025 va ya por el doble. 8 victorias, 1 empate y 1 derrota eran su bagaje. Pero su mérito, además de la paciencia, ha sido su polivalencia, que le ha llevado a que Flick lo alternara entre el mediocentro y el eje de la defensa. Además, desde la lesión de Koundé ha sido lateral en dos ocasiones. Y ha producido una asistencia, la del triunfo ante el Mallorca, y el citado tanto de Milán.
Todo lo que no sea su titularidad ante el Real Madrid en el cuarto y último 'Clásico' del curso será una sorpresa. La lógica dice que en los 4 partidos que quedan para que se cierre el curso sea otro de los habituales en las alineaciones, a pesar de que partía como uno de los pocos que no estaba llamado a tener sitio esta temporada.
El paso por Montilivi, con un Míchel que supo devolverle la confianza que había perdido en un complicadísimo último año con Xavi, seguramente también el Oro en los Juegos Olímpicos, le ha asentado a sus 24 años como un futbolista que puede tener su sitio en la plantilla azulgrana, aunque en caso de salud de las piezas habituales no parta entre los favoritos. Si bien ahora mismo está disfrutando de su lugar.
Todo lo contrario que un Araujo que ya quedó en entredicho en la anterior Champions frente al PSG, cuando su expulsión en la vuelta de los cuartos de final fue el principio del fin del Barcelona en esa eliminatoria.
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