El Siglo de Oro ha desarrollado su propia ramificación en el fútbol. Real Madrid, Barcelona, Sevilla, Atlético o Valencia son la nueva la Casa de Austria, un Imperio Español del balón que ha mantenido su hegemonía desde que el actual Siglo XXI echó a andar. Contando las 20 ediciones de Champions y otras tantas de Europa League, en 19 ocasiones hubo ganador nacional. Ese abrumador dato es solo la punta del iceberg. ¿Que el único superviviente de LaLiga en Champions es arrollado en Champions? El de la Europa League gana el trofeo. Y así en un bucle ganador cada temporada para poder repetir aquello de "Soy español. ¿A qué competición europea quieres que te gane?".
Ahora que cada vez hay más fugas de talento en España, que la Premier va erigiéndose en la competición modelo y que a la marcha de Cristiano puede sumarse la de Messi, podría decirse que LaLiga vive horas bajas. Sin embargo, esa etiqueta inapelable durante tantos años de ser la mejor competición del mundo se mantiene. Quizá no como modelo de negocio o referente de jugadores, pero sí como torneo que maneja a los equipos más fuertes, pues es en las dos grandes competiciones europeas donde lo viene demostrando de manera constante.
La Champions, la mejor competición de clubes del planeta, marca el paso. Y aunque tras dos años seguidos sin representante español en la final hay quien quiere ver una pérdida de estatus, la historia se enfoca desde un prisma global. Quizá estemos ante el principio de un relevo, pero la perspectiva secular dice que solo en cinco de estos 20 años de finales de Champions y Europa League hubo orfandad de equipos españoles (2003, 2005, 2008, 2013 y 2019). En seis ediciones coincidieron finalistas de LaLiga en los dos torneos: 2001, 2006, 2014, 2015, 2016 y 2018, y en las cinco últimas se hizo doblete. Hemos presenciado cuatro finales f ratricidas (un par de cada competición). Y el puño de hierro ha ido más allá de Barça y Madrid: el Sevilla ha ganado 6 de las 20 ediciones de la Europa League y hasta ocho equipos diferentes han disputado al menos una final.
Otro parámetro muy significativo: tan solo la temporada 04-05 se quedó sin representación patria en la ronda de semifinales. Por entonces, Barça y Madrid cayeron en octavos de Champions; el Villarreal cedió en cuartos frente al AZ Alkmaar. 25 de los 80 finalistas y 49 de los 160 semifinalistas han sido españoles estos años. Y el colofón del dato final: tras 21 finales en este tiempo con representación española, solo en dos ocasiones levantó el título un equipo extranjero. No hay debate: LaLiga manda en Europa.
Para consultar la versión del informe en PDF, aquí
Las finales de Champions son para ganarlas... si eres de LaLiga
Aunque el español no es uno de los tres idiomas empleados en el himno de la Champions, ciertamente la competición habla ese lenguaje. La radiografía numérica es impactante: 9 de los 20 títulos ganados. Real Madrid (5) y Barcelona (4) encabezan el ránking de conquistas. En la mitad de las ediciones hubo al menos un finalista español. Tres años seguidos es el periodo más largo que ha pasado sin presencia de LaLiga. Hasta cuatro conjuntos diferentes han disputado la finalísima. Solo un equipo español fue capaz de levantar la 'Orejona' más de una vez seguida (el Madrid hiló tres de 2016 a 2018). Entre 2014 y 2018 hubo cinco campeones nacionales consecutivos y siete de diez finalistas. Solo madridistas (11) y barcelonistas (10) han llegado a la decena de semifinales…
La ristra de méritos es extensa. Si bien existe un dato que habla muy a las claras del gen competitivo de LaLiga: solamente una vez hubo derrota en las diez finales disputadas (el Atlético perdió las dos que jugó, pero el ganador fue otro español, el Real Madrid). Incluso técnicamente cabría decirse que no fue un partido perdido como tal, ya que el Bayern le quitó al Valencia la Champions de 2001 en la tanda de penaltis tras el 1-1 en el tiempo reglamentario. Fue la primera final del siglo, un espejismo de todo lo bueno que luego ocurriría. Porque España ha cumplido a la perfección aquello de que las finales no se juegan, se ganan.
Zidane ha tenido el ciclo más brillante de todos los entrenadores, pues ganó tres Champions conecutivas. Entre Rijkaard y Guardiola amasaron otros tres títulos en seis años para actualizar unas vitrinas del Camp Nou a las que Luis Enrique añadió otra conquista cuatro temporadas después. Apenas el Bayern, el primer y el último campeón de siglo, ha podido discutirle a los dos grandes españoles gracias a sus tres títulos; los únicos que conquistado la Bundesliga, por cierto.
La Premier es la segunda competición en la clasificación, si bien sus cuatros 'orejonas' son menos de la mitad que los éxitos españoles. Rafa Benítez (2005) y Jürgen Klopp (2019) dieron al Liverpool dos victorias en cuatro finales; el United de Ferguson y Cristiano (2008) y el Chelsea que Di Matteo heredó de Villas-Boas (2012) terminan de democratizar los títulos ingleses. Dos del Milan (2003 y 2007) y una del Inter (2010) dieron a la Serie A un auge en la primera década que desapareció en la segunda. La Ligue 1 es la única gran liga en blanco en el palmarés y el Oporto de Mourinho (2004) logró para Portugal la Champions que completa el mapa de seis países diferentes ganadores en el Siglo XXI.
La España League
La Champions eclipsa cualquier competición europea. Incluso engulló a la histórica Copa de Europa, pues no solo reversionó su nombre, también su formato de competición para exprimir el negocio. Se llevó por delante a la romántica Recopa y ha tenido su hermana pequeña, la actual Europa League, en continuo cambio. La UEFA, sustituta de la Copa de Ferias en 1971, se reformó a su actual nombre en la temporada 09-10. Que la ganara el Atlético fue sintomático, puesto que con tal denominación en 7 de las 11 ediciones ganó un español.
Así que ahora bien podría llamarse la España League tras los cuatro títulos del Sevilla y los tres rojiblancos. No en vano, la tiranía nacional es más palpable en la EL; la mitad de las ediciones se han ido hasta LaLiga. Aún como Copa de la UEFA, el Sevilla sumó dos triunfos más (2006 y 2007) y el Valencia (2004) redondeó la cifra a diez..
Y es que hasta asusta la cantidad de similitudes del surco español en la segunda competición continental respecto a la Champions. Se da el mismo caso de que tan solo en una ocasión hubo derrota española en una final: la inolvidable del Alavés ante el Liverpool (5-4), igualmente en la primera edición del siglo. Asimismo, a las caídas de Espanyol (2007) y Athletic (2012) hay que ponerles el asterisco de que fueron contra Sevilla y Atlético, respectivamente.
Asimismo, el Sevilla de Emery fue a la Europa League lo que el Madrid de Zidane a la Champions, ya que entre 2014 y 2016 ganó la competición de manera consecutiva.
Y a pesar de que la EL ha contado con mucha mayor variedad de nacionalidades que la Champions, el palmarés también es clónico: España aventaja a Inglaterra con casi el doble de títulos (10 a 4) y solo hay seis países que la han levantado. La particularidad es que a las otras tres grandes ligas se les resiste; Portugal (Oporto, 2003 y 2011), Rusia (CSKA, en 2005, y Zenit, en 2008) y Ucrania (shakhtar Donetsk, 2009) completan el historial.
Económicamente y en términos de prestigio, sigue habiendo una distancia sideral entre las dos grandes competiciones europeas. Quizá por ello en la temporada 99-00, la última del anterior siglo, la UEFA decidió que los terceros de la fase de grupos de la Champions tuvieran una segunda oportunidad continental reenganchándose a las eliminatorias de la Europa League. Aunque compensa más financieramente jugar los octavos de final de la UCL y ser eliminado que acabar campeón de la EL, los clubes han hecho bueno el premio de consolación, pues 7 de los 20 vencedores llegaron rebotados: Feyenoord (2002), CSKA (2005), Shakhtar Donetsk (2009), Atlético (2010 y 2018), Chelsea (2013) y Sevilla (2016). El equipo de Simeone refleja ese espíritu: es la clasificación para Champions cada temporada la que le da el sustento al club, pero sus títulos continentales han llegado por la segunda de las competiciones.
Consecuencia de todo ello no debe sorprender la dictadura de los equipos de España en la Supercopa de Europa. En septiembre Bayern y Sevilla completarán las 20 ediciones. Hasta la presente fecha del informe, 12 de los 19 supercampeones han sido de LaLiga: cuatro del Real Madrid, tres del Barcelona y del Atlético de Madrid, y una tanto para Sevilla como para Valencia. Tres ingleses, dos italianos y uno de Alemania y Rusia redondean el historial.
Cinco finales fueron españolas y en una sola ocasión un equipo de LaLiga perdió contra otro de otro país; fue el Sevilla, ante el Milan, en 2007 (3-1).
El asunto del gol también se nos da bien
El protagonismo patrio no se queda en la participación de los equipos, se puede medir de otra manera. Por ejemplo, los futbolistas de España también se han hecho acreedores de un buen nombre gracias a su capacidad goleadora. Los brasileños han sido los únicos que han anotado más veces entre los 16.856 tantos que se han marcado este siglo entre Champions y Europa League.
1.532 goles, el 9,09% del total, ha llevado el sello del país de la samba. Una tónica tanto continental como doméstica. Los españoles, segundos absorbiendo el 7,83%, han firmado 1.320. Son números más que importantes. De hecho, solo la tercera nacionalidad, la francesa, ha aportado más de mil dianas (1.08, un 6,43%). A partir de ahí, el protagonismo se diluye en el ‘top ten’: Argentina (872, 5,17%), Países Bajos (804, 4,77%), Alemania (708, 4,2%), Italia (697, 4,14%), Portugal (667, 3,96%), Inglaterra (585, 3,47%) y Bélgica (439, 2,6%).
Las cuatro primeras nacionalidades se mantienen en los datos exclusivamente de Champions (las demás son las mismas, aunque en otro orden). Eso sí, aquí es donde marca la diferencia Brasil: 746 goles (solo 40 menos que en EL) para aglutinar el 11,23% del total. Los españoles han hecho 595 tantos, para rozar el 9 (8,96%). Curiosamente, en la actualidad son dos defensas, Gerard Piqué y Sergio Ramos, ambos con 14 tantos, los que sujetan ese pabellón que en ese siglo fueron construyendo entre Raúl, Morientes, Cesc, Fernando Torres, Pedro o David Villa, entre otros. Argentina es cuarta, con 500 goles (7,53%). Y Portugal séptima, con 328 (4,94%). Ni que decir tiene que sin Leo Messi ni Cristiano Ronaldo su realidad sería muy diferente. Mientras que el luso ha hecho 130, más de un tercio del total, los 115 del rosario suponen justo el 23% de los efectuados por sus compatriotas.
En la Europa League las diferencias entre Brasil y España son muy exiguas, de solo 61 tantos (786-725), un 7,69% y un 7,1%, respectivamente. Los nombres propios de ambos en esta competición son Vágner Love, quinto mejor artillero del siglo XXI con 23 tantos, y Aduriz, tercero con 26. Huntelaar y Falcao, con 30, comparten la primera posición..
Un negocio ruinoso para el City
La primera participación del PSG en una final de la Champions en esta edición hizo que se hablara continuamente de los 1.296 millones de euros que había costado a sus actuales dueños cataríes llegar hasta ahí. No valió para levantar la primera ‘Orejona’, aunque tampoco ha sido el peor balance en esta década. Ese deshonor recae en el Manchester City.
Los 1.541 millones de gastos en estos diez años apenas tuvieron contraprestación con los 458 generados en ventas. En total, un desfase astronómico de -1.083 que no solo no han derivado en la consecución de títulos, sino que el bagaje ha sido impropio de una plantilla construida a base de talonario. Las semifinales de 2016 fueron su tope. Cayó tres veces en cuartos (2018, 2019, 2020) y otras tantos en octavos (2014, 2015, 2017). En 2011 ni siquiera disputó la Champions y los dos años siguiente fue incapaz siquiera de pasar la fase de grupos.
Su despilfarro se constata también viendo que el segundo peor balance es casi de la mitad: los -591 millones del Barcelona. Una inversión también potente, pero que al menos repercutió en dos títulos (2011 y 2015). Además, el equipo azulgrana nunca cayó antes de cuartos de final en este tramo y por tres veces llegó a las semifinales (2012, 2013 y 2019). En el extremo opuesto, Real Madrid y Bayern se han destacado como los que mejor han aprovechado su inversión. El -427 blanco valió cuatro Ligas de Campeones, mientras que las dos bávaras en esta década costaron 330.
El análisis de los números cierra el círculo de la perfección española en el Viejo Continente, ya que no hablamos únicamente de 19 títulos, sino que también han sido los que han costado menos dinero. Juntando la inversión de los participantes de LaLiga en la UCL y la EL durante el Siglo XXI, son 6.464 los millones gastados para ello.
Así que cada trofeo español en estos 20 años ha salido por una media de 17 ‘kilos’. La Premier, sin embargo, ha empleado más del doble (13.020 millones) para levantar menos de la mitad de títulos (8). Los clubes de la Serie A invirtieron 8.153 para tres trofeos, la Bundesliga ganó los mismos con 4.767 y en la Ligue 1 se completa el bochorno con 4.255 millones gastados para no conseguir ni un solo título.
Para más gráficas y stats del informe, aquí