Victoria de campeón del City frente al United en un derbi de Manchester con más tensión que fútbol. El equipo de Pep Guardiola ya le saca once puntos de ventaja al de Mourinho. Media Premier en el bolsillo para un City que fue superior al United.
El City asaltó Old Trafford con un triunfo que se explica desde la amplitud de recursos que tiene Pep a su disposición. El conjunto 'citizen' impuso su plan, pero los goles llegaron a balón parado. No hay faceta que no domine un City que empieza a colorear de celeste esta Premier League.
El United jugó a rachas, espoleado por las carreras y la intención venenosa de Rashford, pero su propuesta resultó pobre ante un City que huele a campeón. Salvo catástrofe, Pep Guardiola ganará su primera Premier League.
No resultó un derbi atractivo. Ningún equipo arrolló al otro, tampoco sobró el ida y vuelta. El City salió a querer combinar y el United se amuralló alrededor de De Gea. Mourinho ordenó a Herrera y Matic vigilar de cerca a De Bruyne y Silva. Tuvo éxito el entrenador luso, pero el City encontró oro gracias a los movimientos de Sterling.
Con el delantero inglés liberado y Gabriel Jesus campando a sus anchas por el frente de ataque, el City embotelló al United. Sterling y Gabriel Jesus hicieron sudar a De Gea, pero rompió el muro Silva tras un córner en el que los 'red devils' no estuvieron avispados.
Respondió el United al más puro estilo Mourinho: balón largo, error del rival y gol en la primera ocasión. Rashford le complicó la vida a un City que había sido superior en ideas y ocasiones.
Aun así el United es un conjunto con recursos y calidad y puso en aprietos al City, aun sin Pogba, quizá el jugador que da más sentido a lo que quiere hacer Mourinho. Rashford se valió para inquietar a la zaga 'citizen', aunque finalmente la balanza se inclinó hacia los de Guardiola.
El City ganó gracias a una acción desafortunada del rival. Lukaku despejó en un rival y el rebote le cayó a Otamendi. Un gol en ejecución parecido al de Silva y cuyo origen recordó al de Rashford por el error del que había nacido.
A pesar de que el City propuso más y pudo sentenciar con Bernardo Silva al final, Ederson se puso la capa para salvar al líder de la Premier con una doble parada espectacular. Esta Premier ya tiene dueño. Sólo una hecatombe podría impedirlo.