El Chelsea aprovechó la última jornada de la Premier League para entrar en la 'zona Champions' a costa del Manchester City. Los 'blues' se beneficiaron del tropiezo de los 'sky blues' frente al Nottingham Forest y, con más sufrimiento del esperado, derrotaron al Leicester City para ubicarse en la 4ª plaza.
La victoria de los de Enzo Maresca fue más ajustada de lo previsto y parte de culpa tuvo un Cole Palmer que, lejos de firmar una actuación salvadora como ha acostumbrado en el pasado, vivió una tarde aciaga culminada por un penalti fallado ante Hermansen. Fue la primera pena máxima errada por el jugador en toda su carrera y sorprendió bastante, ya que el mediapunta es un gran especialista.
Tras la cita, el preparador italiano del Chelsea trató de encontrar explicación a ese lanzamiento marrado por su estrella y lo justificó con el estado de salud del internacional inglés: "Cole no entrenó el sábado y durante la noche no se encontraba bien. Esta mañana -por el domingo-, se levantó y me dijo: 'Quiero jugar para ayudar al equipo a luchar por la Champions League'. En los últimos dos días, ha estado completamente al margen del equipo, pues ha tenido fiebre y diarrea".
"Pidió jugar y eso muestra las ganas que tiene de devolver al equipo al lugar que le corresponde", insistió Maresca de su pupilo. Al final, un gol de Marc Cucurella definió el choque a favor de los de Stamford Bridge, que calmaron con la victoria a una afición 'blue' siempre insatisfecha.
"Comprendo a la gente cuando las sensaciones del equipo son negativas, pero... ¿cuántas oportunidades creamos en la primera parte? Cuando un equipo tiene tantas ocasiones como hemos tenido, la afición tiene que irse contenta. Los que creen que el fútbol es la 'Play Station' están equivocados. Cada partido es difícil y necesitamos a los aficionados", concluyó Maresca.
En cuanto a Cole Palmer, fue sustituido en el minuto 73 y atraviesa la peor etapa de su carrera desde que debutó en el Manchester City. No ha marcado ni ha asistido en los últimos 9 partidos y este parón desembocará en un curso 2024-25 con unos números sensiblemente inferiores a los de la 2023-24 si el nacido en Wythenshawe no lo remedia. Lleva 14 goles y 6 asistencias en 32 partidos y acabó el último curso con 25 tantos y 15 pases de gol en 45 citas. Así pues, tendría que generar 20 dianas de aquí a final de temporada para igualar sus registros cuando solo quedan 11 partidos esta campaña además del Mundial de Clubes.