Fue, sin duda, el hecho que marcó el encuentro, la roja por doble amarilla de Fayçal Fajr, mediapunta del Deportivo de La Coruña. Vio las dos tarjetas en apenas cuestión de minutos, y ambas las pudo haber evitado perfectamente.
El Deportivo saltó al Calderón pasado de revoluciones, o, como tiende a decirse ahora, 'intenso'. Gil Manzano toleró el juego duro de los deportivistas, pero cuando Fajr realizó una dura entrada sobre Koke el colegiado extremeño dijo 'basta'.
Mostró la amonestación a un Fajr que llevaba minutos pidiéndola. Ni la protestó: llegó tarde y mal a pelearle el balón a Koke y le pegó un 'planchazo' con ambos pies.
Pero el marroquí no aprendió la lección, al parecer, y antes del descanso vio la segunda, por una falta tan similar que cuesta entender cómo pudo cometer dos veces el mismo error.
La segunda falta se la hizo a Nico Gaitán, y tampoco la protestó. Sabía, desde el momento en que estiró la pierna, que iba a ser su segunda amarilla.
Fayçal Fajr hizo el clásico gesto de 'yo no he hecho nada', pero en cuanto vio que el árbitro se dirigía hacia él, ni lo miró, encaró el túnel de vestuarios porque sabía de sobra que a sus espaldas había una tarjeta amarilla en alto que se iba a convertir en una roja.
Dos acciones evitables, pues tan sólo la segunda cortaba una acción con algo de peligro. Un error de novato que seguro que sentó muy mal a Gaizka Garitano, que vio como esa tontería dejaba a su equipo con 10, a merced de un Atlético que se pasó 45 minutos asediando la meta de Lux.