La vida vuelve a sonreír al Lille. Nueve años atrás, una campaña espectacular le premitió ganar la cuarta Ligue 1 de su historia y romper una sequía de 57 años. Ahora es colíder con el PSG y puede presumir de ser el único invicto de la competición. Pero no todo va a pedir de boca. Algo sucede con su gran estrella del curso.
Porque el club no dudó en desembolsar 27 millones, la mayor inversión de su historia (por bonus puede ascender a 32), por el prometedor Jonathan David. Un delantero de 20 años que había asombrado en el Gent a base de goles y más goles. En Francia, sin embargo, aún no ha podido festejar ninguno suyo. Queda claro que anda en proceso de crecimiento y ensamblaje.
Con todo, ha recibido oportunidades el ilusionante atacante canadiense, puesto que ha disputado ya nueve encuentros oficiales (ocho de Ligue 1 y uno de Europa League), un total de 597 minutos. Sin embargo, no ha sido capaz de anotar por ahora. Con todo, es uno de los candidatos a ganar el Golden Boy este año.
Es más, es que tampoco ha podido dar una sola asistencia a pesar de que en esos encuentros el Lille ha anotado un total de 18 goles, dos por partido.
Por el momento, es el veteranísimo Burak Yilmaz (35 años) quien gobierna los asuntos del gol merced a cuatro tantos en nueve encuentros. Incluso ha dado un asistencia.
Queda tiempo por delante para que termine de ajustarse y justifique por qué el club galo se encaprichó tanto por él. Por si fuera poco, lleva en la mochila la comparativa con Victor Osimhen, la venta más cara en la historia de la entidad. Un máster acelerado para un delantero aún bisoño.