El presidente del Real Madrid ya no es ese dirigente que irrumpió en el mundo del fútbol rompiendo mercados. Su chequera cada vez funciona menos y, a día de hoy, el Real Madrid es el grande de Europa que menos se está gastando en las ventanas de fichajes.
Algo le ocurre a Florentino Pérez. Parece imposible que a ese hombre se le acabe el dinero. Pero su fama de dirigente que no escatimaba un solo euro en firmar a 'galácticos' ha quedado en segundo plano. El Real Madrid no está entrando en esa fiebre de operaciones que se viene produciendo esta temporada. Cuando en años anteriores era el primero que movía el cotarro.
Cuesta creerlo, pero se puede encontrar a 12 grandes de Europa que han hecho una mayor inversión en los mercados de verano e invierno. En la cabeza, cómo no, el Barcelona. Los fichajes de Dembélé y Coutinho propulsan su derroche. En total, 312 millones se ha gastado la directiva de Josep María Bartomeu. Y su máximo rival se queda en 42,5 con operaciones como las de Dani Ceballos y Theo Hernández.
Ello supone también que Florentino no sólo ha escondido la chequera; ha perdido el glamour de las operaciones. No queda tan lejana esa política de caprichos del presidente blanco, que parecía enamorarse del jugador del momento y ficharlo a toda costa. Así pasó con Cristiano Ronaldo (96 millones, temporada 09-10), Gareth Bale (91, temporada 13-14), James Rodríguez (80 en la 14-15) o el primero de todos, Luis Figo, cuyos 60 millones para robarlo del Barcelona hace 17 años supusieron un entrada triunfal en el mundo del fútbol. Aunque ese cambio ha redundado en hacer más caso a sus asesores deportivos, la actual imagen del presidente del Real Madrid ha virado sensiblemente.
Bien es cierto que ahora el poder económico del fútbol reside en Inglaterra. No obstante, el gasto del PSG este año multiplica por cinco el del club blanco; el Bayern Munich lo triplica e incluso el Atlético de Madrid se ha dejado 60 'kilos' más.
El rey del mercado ya no lo es. Y la tercera pata de este cambio es que Florentino ha dejado de despilfarrar a sacar dinero con las compraventas: en los últimos dos años el balance a favor del Madrid es de 84 millones.
Con estas cifras, cualquiera diría que el mandamás de Chamartín ha cambiado su política y ha dado un paso atrás. Quien lo conozca o haya seguido su trayectoria está convencido de todo lo contrario: en verano preparará un golpe de efecto que volverá a hacer temblar el mercado. Y todos los ojos apuntan a Neymar.