Fabio Coentrao, lateral del Sporting de Lisboa, se marchó del partido frente al Astana con lágrimas en los ojos. El motivo lo explicó en su cuenta de Facebook: fue insultado, escupido y agredido por la afición kazaja.
No tiene ni 30 años y Coentrao deja muestras de estar cansado del fútbol. Al menos, de cansado de tener que soportar la tensión que conlleva disputar un encuentro de primer nivel. El portugués, después de ser sustituido ante el Astana, se echó a llorar en el banquillo... aunque en este caso tenía motivos de sobra.
Los que explicó horas después en su cuenta de Facebook, en la que denunció que seguidores del equipo local no pararon de insultarle, escupirle y hasta agredirle. Sus lágrimas dieron la vuelta a Portugal e incluso el presidente del Sporting, Bruno Carvalho, se acercó a consolarle.
"¿Cómo es posible haber estado un partido entero siendo insultado y agredido por aficionados? Más aún: ¿cómo es posible haber visto una tarjeta amarilla cuando yo fui víctima de una agresión por un adversario que me puso el dedo en el ojo?", contó Coentrao en Facebook.
El zurdo continuó con sus explicaciones, señalando a adversarios y afición rival: "Otro adversario tiró la pelota contra mí y, para colmo, pasé por un túnel y estuve expuesto a nuevos insultos y escupitajos, siendo agredido por el lanzamiento de mecheros".
En este sentido, Coentrao expuso que fue "una clara falta grave de seguridad que viola los reglamentos", añadiendo que es "humano" y por ello tiene "derecho a la indignación, sabiendo que estaré aquí hasta el final luchando con todas mis fuerzas".