Una de las anécdotas de los octavos del Mundial entre Francia y Polonia la protagonizó Jules Koundé. El futbolista del Barcelona fue cazado llevando en el cuello una cadena de oro, lo cual está prohibido.
La cuarta regla de la normativa de la IFAB señala que "los jugadores no deberán llevar equipamiento ni objetos peligrosos". Sin embargo, Koundé hizo caso omiso a esa norma en el duelo entre Francia y Polonia.
El central galo llevó durante la primera parte una cadena de oro en el cuello que sobresalía en cada imagen que las cámaras ofrecían del futbolista del Barcelona. La regla indica, además, que "se prohíbe todo tipo de accesorios de joyería".
De ser pillado por el árbitro, Koundé debería quitarse el objeto en cuestión en el momento en que salga el balón del campo. Si se niega a hacerlo o se lo vuelve a poner, tendría que ser amonestado.
Una anécdota increíble protagonizada por un futbolista profesional de la talla de Koundé, y en unos octavos de un Mundial. Más sorprendente es que ningún colegiado se diera cuenta de esa situación hasta que, en el minuto 42, cuando iba a sacar de banda, el juez de línea le dijo que debía quitarse la cadena.