Gales desarma a Bélgica y pide sitio en el Olimpo de la Eurocopa

Juan Ribón hace 7 años 21.2k
Ashley Williams celebra el tanto del empate de Gales ante Bélgica. AFP

Los dragones de Gales han apeado de la Eurocopa a una de las candidatas al título, la siempre ilusionante selección de Bélgica. Se adelantaron los belgas, pero la selección de Gales desmontó los planes de Wilmots y terminó goleando. Portugal espera a los ganadores en semifinales.

El sueño belga se ha hecho añicos. Han sido dos selecciones en una. Una plagada de calidad y clase del medio campo para arriba y otra, desastrosa y unida a base de tiritas y cinta aislante en su defensa. Sólo Courtois evitó que el desastre fuera mayúsculo.

Pero ni el genial portero belga pudo evitar que lo de hoy haya sido algo histórico. Gales se planta en su primera Eurocopa en las semifinales, y con justicia.

Empezó Bélgica muy bien el partido, acosando a la defensa de cinco que Coleman había dispuesto, la formación habitual de los galeses. El ciclón belga se hizo notar desde el primer minuto.

Se avecinaba una tormenta de goles, y parecía que Bélgica quería solucionar la papeleta en la primera mitad. En la primera media hora. O en los primeros diez minutos. Porque, ya decimos, los belgas fueron un torbellino de ocasiones.

La más clara, una triple oportunidad, que ni Carrasco, ni Meunier ni Hazard pudieron culminar. Tres disparos, tres rechaces. Tres ocasiones desperdiciadas, pero que no mermaron en absoluto el ánimo de los belgas.

En ese momento llegó el golazo de Nainggolan. Trató de recomponerse del susto inicial Gales, pero no pudo. Radja Nainggolan cogió un balón fuera del área y lo teletransportó al fondo de las redes de Hennessey, vía escuadra. Imparable para el arquero galés.

Desconecta Bélgica

Sin embargo, el gol fue lo peor que le pudo pasar a Bélgica. Quién sabe si fue por sentir que lo tenían hecho, que sería fácil, o qué. El centro del campo blega se hizo añicos, y Gales empezó a percutir en el eslabón más débil de su rival.

El hermano de Romelu Lukaku, Jordan. Todo, absolutamente todo el peligro galés llegó por la banda izquierda de Bélgica. Y es que Wilmots tuvo que improvisar su zaga. Con Vertonghen lesionado y Vermaelen sancionado, puso a jugar a Denayer como pareja de Alderweireld y a Jordan Lukaku en la banda izquierda.

Craso error. Quizá haya sido el primer y último partido que jueguen los tres junto, porque ha sido desastroso. Lukaku era sobrepasado una y otra vez por Kanu y Taylor, mientras que Denayer no atinaba a defender en condiciones.

Lo más sangrante, los córner. El peligro hecho jugada, un calvario para Wilmots. Uno, otro, otro... Se sucedían, y se veía venir el gol.

Así fue. El capitán Ashley Williams remató completamente sólo gracias a Jordan Lukaku, que se tragó el saque de esquina de Ramsey. Sin nadie para marcarle, el capitán galés cabeceó sin oposición a gol. Courtois nada pudo hacer y De Bruyne, bajo palos, no pudo reaccionar.

Empieza el sufrimiento

Con el empate, los peores minutos belgas. Las carencias se empezaron a notar cada vez más, y eso que aún quedaba un cuarto de hora para el descanso.

Pedían que terminase la primera parte a gritos, porque Gales trataba por activa y por pasiva de ampliar su ventaja. Bélgica intentó en alguna ocasión arreglar el problema en que se había metido, pero el otro Lukaku, 'el bueno', tampoco tuvo el día. Ni Hazard. No De Bruyne.

En medio del asedio galés llegamos al descanso, y para la vuelta Wilmots sorprendió a todos quitando a Carrasco. En su lugar entraba Fellaini. Un cambio extraño, pero que sentó bien a Bélgica.

Tocados y hundidos

El inicio de la segunda mitad fue un calco de la primera. Bélgica, volcada en el ataque, buscando el gol. Tuvo ocasiones, Lukau, De Bruyne, Hazard... Pero ninguno vio puerta. Ni siquiera hizo trabajar a Hennessey.

Cuando mejor estaba Bélgica, hachazo. Pase espectacular desde más de cuarenta metros que controla Aaron Ramsey en el lateral del área belga, centro raso para Robson-Kanu y llegó la magia. El ariete galés hizo un amago para sacudirse a Meunier y otro para que Denayer descarrilara.

Sólo ante Courtois, un Courtois que no se esperaba para nada que pudiera salir su rival de esta, fusiló y desató la locura en la grada.

No era un sueño, Gales ganaba a Bélgica, a la favorita Bélgica, a la Bélgica de las estrellas, de los millonarios futbolistas que la pueblan.

Reacción insuficiente

Wilmots trató de animar a los suyos. No estaba todo perdido, quedaba media hora aún. Pero los nervios y el pesimismo se instalaron a partes iguales en la Selección Belga. Hazard y De Bruyne se desesperaban tras cada jugada que se desperdiciaba porque ningún compañero era capaz de desmarcarse.

Bélgica se quedó sin ideas y comenzó a recurrir a los disparos lejanos. Mejoró cuando se acordaron de que Fellaini estaba jugando, y metieron de nuevo el miedo en el cuerpo cuando empezarona buscar su acolchada cabeza.

Ni por esas, pero al menos empezaban a tener algo de esperanza. Jugando así el gol llegará, porque Gales se encerraba más y más.

Entró Mertens al terreno de juego, pero como si nada. Y cuando más necesitaba el gol Bélgica, quitó a Lukaku, 'el bueno', y entró Batshuayi. 'El otro' llevaba un rato en la banca, reflexionando sobre lo que había hecho.

Y se acabó el partido. En el '85, de hecho, cuando Vokes, que acababa de entrar, cabeceó perfectamente a gol un centro de Gunter. Colorín colorado, Bélgica otro torneo que nos ha decepcionado.

Con el partido resuelto Coleman dio descanso a Ramsey. El del Arsenal se marchó hecho una furia, no por el resultado, sino porque vio una amarilla que le impedirá jugar las semifinales por una mano infantil fruto de un rebote.

La cruz de un partido redondo que permite a Gales soñar con hacer historia. Ya están entre los cuatro mejores, y se enfrentarán a Portugal, una selección que, visto lo visto, es hasta asequible.

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