Ganar, no importa cómo (1-2)

José Criado hace 2 años 33
Los jugadores del Málaga celebran uno de los goles de su partido frente al Amorebieta de LaLiga SmartBank. LaLiga

El Málaga se amarró los machos en Amorebieta y con más pundonor que fútbol sacó tres puntos que alivian y bajan las pulsaciones del cuadro blanquiazul para jornadas venideras. Natxo González innovó con el sistema y salió cara en la moneda. Esta vez al equipo costasoleño le sonrió hasta la acción polémica que condicionó el encuentro y supo jugar con la impaciencia del Amorebieta desde el 0-2. Orozko dio el susto final en los últimos minutos.

Sin importar cómo, la única premisa del Málaga era volver a ganar. Saborear tres puntos en una victoria que hacía 7 jornadas que no llegaba. Disparó más el equipo local (17) que el Málaga (5), pero qué más da eso tal y como llegábamos a esta tesitura. Respira Natxo y celebra la afición malacitana, acostumbrada a encontrarse más penas que alegrías con su equipo durante los últimos meses. Sale del estado de depresión, al menos por unos días. Esta vez, a falta de buen juego en un escenario complicado y en condiciones muy adversas, el Málaga supo adaptarse y ser más resultadista que nunca. Es lo que toca hasta final de temporada. A día de hoy, reina el conformismo.

El Málaga al fin salió victorioso de una 'final'. No lo consiguió ante el Cartagena pese a acariciarlo y frente al Amorebieta, un rival directo de cara a escapar de esos puestos calientes que llevan a la Primera RFEF, se aferró al gol de penalti de Brandon para basar su discurso: ganar, no importa cómo.

Sin Alberto Escassi, Natxo González intentó equilibrar el equipo con tres centrales (Juande, Peybernes y Lombán) y dos carrileros largos (Víctor Gómez y Braian Cufré). Ese objetivo lo cumplió: sufrió en centros laterales, pero el Málaga no fue ese equipo blandito que sí sufría en el pasado cuando no tenía un pivote defensivo del rol de Escassi. Jozabed y Febas colaboraron en la medular y Vadillo jugó mucho más por dentro, por detrás de los puntas Brandon y Chavarría. No le salió del todo mal la jugada a Natxo González.

En la primera parte se vio poco del equipo malaguista. De hecho, se acercó más el Amorebieta con un par de disparos lejanos de Álvaro Peña y Gorka Guruzeta. Neutralizó bien la zaga malaguista al ariete del equipo vasco. Con mucha lluvia y poco juego, la primera parte quedó marcada con la acción polémica del encuentro.

En una acción ensayada, Jozabed asistió a Brandon, que anduvo listo para anticiparse a Iker Bilbao y colocar la pierna por delante del balón. Ambos cayeron y Moreno Aragón señaló la pena máxima. Difícil de apreciar si el contacto es suficiente o no para pitar penalti. Revisó en el VAR el colegiado y reafirmó su decisión ante las protestas de los futbolistas del Amorebieta. Al Málaga le sonrió en Lezama hasta la suerte arbitral. Ya era hora, que dirían algunos. Y Brandon, el especialista blanquiazul, no perdonó desde los once metros.

Casi sin ocasiones, pero seguro atrás y aguantando el tirón de 7 minutos que se sacó de la manga Moreno Aragón, el Málaga celebró la llegada del descanso. Ajustó algo más Natxo el cómo defender esos centros laterales que inquietaron en la primera parte. En el inicio de la segunda apenas sufrió y en el primer zarpazo llegó el 0-2.

De nuevo en una acción a balón parado y con centrales en el área, Víctor asistió a Vadillo, que se hizo hueco para poner un caramelo a la frontal del área pequeña, donde apareció Juande para, con su habitual buen olfato de cara a portería, consolidar su vuelta a la titularidad tras dejar atrás su lesión. Buen partido y golazo de cabeza. La celebración malaguista lo dijo todo: qué alivio.

Esta vez, sin relajaciones

Le sentó bien al Málaga esa vieja sensación de ir por delante en el marcador y con cierta holgura. No se descuidó atrás, mantuvo el grado de concentración y, cuando pudo, tocó para dormir el partido. Mostró más personalidad que en partidos anteriores.

Jozabed y Febas no sufrieron de más en el mediocampo y fueron referencias a la hora de mover el juego. Incombustible el futbolista cedido por el Mallorca. Crece con el paso de las jornadas y cada vez es más importante en este equipo. Natxo le está exprimiendo bien.

Con los cambios, Roberto y Paulino, que no estuvo fino para matar el partido en un par de acciones al contragolpe, revitalizaron las energías en ataque frente a un Amorebieta que con el paso de los minutos fue bajando los brazos. Y el Málaga se aprovechó de ello. Fue listo, dejó correr el tiempo cuando pudo y jugó con la desesperación del Amorebieta, al que con el pitido final deja a 10 puntos de ventaja

En las postrimerías llegó el susto final en uno de esos centros laterales de los tantos que acostumbra el Amorebieta, llegó el 1-2 local con un buen disparo abajo de Orozko que no pudo detener Dani Barrio. Pero esa reacción llegó algo tarde. Esta vez el Málaga no recibió ese durísimo golpe final que hubiese supuesto otro empate en el añadido.

El equipo de Natxo González pone fin a la mala dinámica en la que se había metido desde hace un par de meses e inicia una nueva con la que hacerse fuerte y terminar de cerrar la salvación cuanto antes.

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