Se llama Pablo Rodríguez, y es uno de tantos talentos surgidos de las canteras de los grandes que se quedó con las ganas de alcanzar el primer equipo. Abandonó el Real Madrid el pasado verano y recaló en un Lecce al que tiene entusiasmado con sus goles, como este, de soberbia vaselina que firmaría el mismísimo Raúl González Blanco.
Pablo Rodríguez abandonó el Real Madrid el pasado verano, y eligió el fútbol italiano para continuar su carrera. Recaló en el Lecce y no parece que le vaya mal. Tiene entusiasmados a sus seguidores con goles como este.
Fue suplente, como tantas veces. Con este partido ha jugado solo once para el Lecce, de los cuales solo en cuatro fue titular. Pero lleva, con este, cinco goles. Eficaz es un rato Pablo Rodríguez.
El caso es que entró en el 77', con 0-2 en el marcador y con el Frosinone luchando por meterse en el partido con un gol que recortase distancias. Y lo que se encontró fue la puntilla.
Armó el Lecce una contra de libro, finalizada con una apertura para la última cabalgada de Pablo. Y el ex canterano blanco, al alcanzar la frontal, advirtió la salida en falso del cancerbero rival para hacerle el tercer tanto del partido.
Él, que creció futbolísticamente al abrigo de Raúl, anotó un gol de vaselina que recordó inmediatamente a las 'cucharas' que ejecutaba el que fuera su entrenador en el Sub 19 que se proclamó campeón de la Youth League hace un par de ediciones.