Entrenador nuevo, victoria segura. Es la premisa que ha seguido en su primer partido en liga con el Athletic Gaizka Garitano. Tuvo que esperar el cuadro vasco hasta el último suspiro para conseguir la segunda victoria del curso.
Se respiraba otro ambiente en San Mamés en los prolegómenos del partido. Un halo de ilusión envolvía a un equipo necesitado urgentemente de victorias y en puestos de descenso que se enfrentaba al único conjunto que no sabía lo que era perder a domicilio.
Como un toro bravo, el Athletic fue sin miramientos a por la portería de un viejo rockero. Gorka Iraizoz, ante la lesión de Bono la pasada semana, se hizo gigante en una portería de sobra conocida por el arquero.
Una y otra vez el conjunto rojiblanco se estrellaba en el guardameta del Girona. Primero paró un lanzamiento cruzado de un Williams que no ve puerta en San Mamés desde el 4 de diciembre de 2016. Dos años parecen demasiado para un atacante del nivel del del Athletic.
Con el cuadro local volcado en busca del gol, fue el Girona el que lo encontró de la mano de Stuani. Precisamente por ello le invalidaron el gol al uruguayo, por apoyarse en la articulación para controlar y batir a Herrerín tras el gran centro de Portu.
Imperial Iraizoz
Pese a que parecía que el Girona había salido de la cueva en busca de un gol que le metiese de lleno en Europa, fue el Athletic el que siguió insistiendo y estrellándose de nuevo en Gorka Iraizoz. Hasta en nueve ocasiones detuvo el balón antes de entrar en la portería.
El paso por los vestuarios no cambió nada. Iraizoz se volvió a enfundar la capa de superhéroe para amarrar un punto con el que el Girona podía darse por satisfecho. Córdoba, Capa, Raúl García, Williams, Aduriz... todos pasaron por el área sin poder marcar.
Se estrelló precisamente el delantero con la madera, con previa intervención de los dedos de Iraizoz. San Mamés rugió como el león jefe de la manada y sus cachorros le siguieron hasta el final.
Polémico penalti
Cuando todo parecía abocado a un empate que no dejaba satisfecho al Athletic, llegó la jugada polémica de la noche. Ramalho intentó cortar el balón en el área. Con la pierna apoyada, apareció Muniain para dejarse caer. Prieto Iglesias lo tuvo claro. Sin consultar el VAR pitó una pena máxima que acabaría por hacer ganar a un conjunto rojiblanco necesitado. Aduriz, fuerte y al centro, puso el broche a San Mamés.
El Athletic coge aire en su lucha por salir del descenso. Iguala a un Villarreal que también ha cambiado de entrenador pero dormirá todavía en posiciones que bajan de división. El Girona, por su parte, se queda en el puesto 9, a uno de Europa.