Genaro Rodríguez, uno de los líderes del vestuario del Málaga, repasó la actualidad malaguista y catalogó como "final" el partido ante el Real Oviedo. El grupo es optimista y rehúye de la palabra 'descenso'.
La afición espera y el equipo está concienciado. El Málaga se arma para la final del próximo sábado ante el Real Oviedo. Así llama ya el grupo al partido ante el cuadro asturiano, tal y como ha confirmado Genaro Rodríguez en su charla con 'Radio Marca Málaga'. En ella, ha dejado titulares interesantes y ha demostrado ser un futbolista con personalidad y, sobre todo, que habla muy claro.
A dos días de ese encuentro para el que se concentra el Málaga, Genaro prefiere ver el vaso medio lleno y afrontar con optimismo las cuatro jornadas que quedan. Es la mentalidad que transmite el vestuario y que ha trasladado siempre Pablo Guede.
"Algo de preocupación tenemos porque conocemos la situación, pero confiamos en el trabajo que hacemos. Trabajamos al 120% todos los días de la semana. Seguimos a cuatro puntos y dependemos de nosotros. ¿El descenso? Esa palabra está totalmente prohibida. No la concibo. Si le preguntas a cada uno de mis compañeros, te van a decir lo mismo. Estamos a cuatro puntos, hay que mirar para arriba y los de atrás que se busquen las 'papas'. Tenemos que ganarnos el pan y apretarnos las tuercas", aseguró Genaro, consciente de la actitud con la que debe salir el equipo ante el Oviedo.
"Trabajamos en cómo hacerles daño y cómo defendernos de sus ataques. Son duros y rocosos, llevan cinco victorias consecutivas y están en 'play off'. Sabemos que hay que dar el 120% y luchar por el compañero. Pero tenemos que mirarnos a nosotros. Somos conscientes de que es un equipo duro y férreo, pero somos nosotros los que debemos dar el nivel y marcar uno más que ellos", añadió.
En ese cambio de mentalidad ha influido directamente la llegada de Pablo Guede: "Ha supuesto para el equipo un cambio de chip. Desde el primer minuto impuso una intensidad brutal. La gente estaba enchafada desde que llegó. Con los conocimientos tácticos muy claros, todo muy mascado y el equipo se siente identificado con su mentalidad. Nos ha dado un poco más de llegada y de apretar tras pérdida. El equipo está más armado, más en bloque defensivamente".
Genaro no es capitán, pero sí uno de los líderes por mentalidad. No se veía defendiendo los colores del Málaga, pero ahora es su máxima prioridad: "Uno no sabe las vueltas que da la vida. Afortunadamente, puedo defender los colores y va a ser por dos años más. Voy a ir a muerte. El Málaga ahora mismo es mi empresa y mi club, y todo el que se meta con él se va a meter conmigo. Tanto mis amigos como mi familia están muy contentos. Flipan con el ambiente de La Rosaleda".
Una última petición a la afición: "Decirle que está invitada el sábado. Vamos a llenar La Rosaleda. Estoy seguro de que vamos a apretar al máximo todos a una, ya se vio que estábamos todos en perfecta armonía ante el Eibar. Juega un papel vital para nosotros. Es una final, por supuesto. Estos cuatro partidos lo son. Hay que pensar que el sábado se acaba la Liga, lo digo desde mi sensación".