"Gérémi y McManaman eran los verdaderos líderes de mi Madrid"

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Del Bosque habló en una nueva comparecencia. EFE

Vicente del Bosque reconoció en una mesa redonda sobre liderazgo en la Universidad de La Rioja que los verdaderos líderes del Real Madrid que él dirigió fueron Gérémi y McManaman. El motivo, que no causaban problemas y proliferaban buenas relaciones en el vestuario.

El ex seleccionador nacional y ex entrenador del Real Madrid Vicente del Bosque defendió que, dentro de los equipos, debe haber un liderazgo "tranquilo" y, de hecho, aseguró que, cuando dirigió al club blanco, "aunque no lo pareciera fuera, dos jugadores discretos, como Gérémi o McManaman, eran los verdaderos líderes".

Del Bosque hizo estas afirmaciones durante una mesa redonda en la Universidad de La Rioja, dentro del curso de verano sobre Seguridad y Liderazgo, organizado por la Guardia Civil y en la que intervino también la directora del Instituto Armado, María Gámez.

Vicente del Bosque se refirió al liderazgo en el deporte, aunque cree que "en lo sustancial, no hay diferencias con otras actividades" y, "cuando un entrenador entra en un vestuario, los jugadores te analizan, buscan tus debilidades, te van conociendo poco a poco" y, ante eso, "debes acercarte y conseguir la confianza poco a poco".

En la Selección, admitió, tuvo "la suerte" de "recibir una herencia extraordinaria", del equipo que había dirigido Luis Aragonés "y tratamos de no borrar huellas del pasado" y también se hizo cargo del Real Madrid "sin pensarlo, porque yo era un entrenador de base, y en un momento difícil" y "comprendí que había que compartir el liderazgo, lo contrario del ordeno y el mando".

Encontró, aseveró, "dos líderes espontáneos" que eran el camerunés Gérémi y el inglés McManaman "que eran los tíos más importantes, nunca se quejaban de nada, siempre transmitían cosas positivas, eran humildes, no se enfadaban" y, gracias a eso, "cuando se sentaban en la mesa, los demás sabían que los que mandaban eran ellos". Con Gérémi y McManaman en el equipo, Del Bosque conquistó la Liga y la Champions League.

Insistió en el ejemplo de esos dos jugadores como "figuras imprescindibles" en un vestuario "porque, más allá de lo bueno que uno sea en el campo, se necesitan líderes que crean en el equipo, que nunca estén apáticos" y, "si no tienes eso en el equipo, mal asunto".

"Un entrenador debe influir positivamente a través de la normalidad y de relaciones humanas porque, si el clima laboral no es sano en un vestuario, difícilmente se puede lograr el éxito", afirmó Del Bosque, para quien la mayor dificultad que tiene cualquier entrenador es que "tiene 23 jugadores, no once" y, "para gestionar eso, debe haber una jerarquía en la plantilla, pero debe ser rotativa y justa".

Aseguró que, en su carrera como entrenador, él nunca ha puesto una multa disciplinaria a un jugador y recalcó que un técnico "debe saber escuchar" a los jugadores "porque eso no es debilidad, sino fortaleza" y, además, "lleva a que los jugadores crean que mandan, pero hagan lo que tú quieres".

Por ello, afirmó: "Creo que he tenido suerte de encontrarme jugadores buenos, majos y que no han creado problemas, tendría que escarbar mucho para encontrar uno que no hubiera cumplido".

"Hay que ser exigente, con habilidad para conducirlo, y ser amable no está reñido con la exigencia máxima", admitió Del Bosque, que cree que puede transmitir estas ideas porque logró "triunfos" con el Real Madrid y con la Selección, aunque "la proeza" de la que se siente orgulloso "es haber permanecido 36 años en un club en el que tengo sentimiento de permanencia y en el que tuve referentes de liderazgo moral como Santiago Bernabéu o Luis Molowny".

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