Prácticamente cada pretemporada es recordado el caso. Y no es tan raro un desencuentro entre compañeros que llegue a mayores, pero es cierto que no suele verse mucho durante el trabajo estival.
Ocurrió cuando Fabio Capello era entrenador del conjunto blanco y la expedición estaba en suelo austriaco, en Graz. En una sesión previa a un choque contra la Reggina, a Robinho no le hizo nada de gracia la fuerte entrada que le había soltado Gravesen. Como tampoco le había agradado al danés el 'gambeteo' previo del brasileño.
Robinho, sin mediar palabra, se dirigió a su compañero y le plantó un derechazo en la cara, pese a la evidente diferencia física entre ambos. Gravesen, obviamente, no se quedó quieto. Pero la rápida mediación de Sergio Ramos y otros jugadores evitó que acabara en combate de boxeo.
Capello mandó a los dos a la ducha y aquello fue el principio del fin de Gravesen en el Real Madrid, puesto que un par de actos de indisciplina posteriores le hicieron abandonar el Real Madrid muy poco después.