Guedes pone la directa a la Champions
Gonçalo Guedes tiene duende. El futbolista portugués cogió la directa para llevar al Valencia a la victoria ante un Betis al que se le alejan las posiciones europeas tras una nueva derrota.
Respondió el Benito Villamarín tras la derrota en el derbi de Sevilla pero no terminó de hacerlo el conjunto de Setién, que dimitió durante buena parte del partido, hasta que se vio con el agua al cuello. Y es que el Betis es mucho mejor cuando entra en tiempo límite que cuando toca y toca.
Sorprendió Setién queriendo dar más profundidad pero acabó estrellándose ante un Valencia bien plantado. Era consciente Marcelino de que sus opciones pasaban por dejar jugar e intentar salir a la contra. Su pizarra fue mejor que la del cántabro, que intentó tirar de épica para remontar el partido.
No pasará la primera parte a los anales de la historia del fútbol. El Betis tocaba en el centro del campo, pero era incapaz de superar la muralla del Valencia. Solo en alguna ocasión pudo llegar al área de Neto, pero ya fuese por la falta de puntería o por la defensa, el marcador se mantuvo 0-0.
El Guedes de la temporada pasada
Cuando todo parecía abocado al empate en el descanso apareció un jugador tocado por los dioses en los últimos partidos. En una buena contra, Guedes soñó con el gol y acabó consiguiéndolo, recortando una y otra vez hasta encontrar una posición de tiro, un tiro en el que Pau López pudo hacer más.
Pero Guedes quería más. El portugués hizo historia en el Valencia marcando otro gol desde fuera del área, esta vez nada más empezar la segunda mitad. Parecía que era el cuadro 'che' el que iba perdiendo cuando salió en tromba a por el tanto. Y lo hizo el luso con otro potente disparo desde la frontal.
Quiso cambiar Setién el guión del partido. Introdujo delanteros, quitó defensas y se echó hacia adelante a la vez que se crispaba más aún el ambiente en el Benito Villamarín. Está falto de puntos el Betis y lo paga en cada partido en casa.
El Valencia manejaba bien el partido, pero es un equipo que cuando aprieta, ahoga. Lo hizo tras marcar desde el punto de penalti el 1-2 y tras ver cómo el Valencia se quedaba con un hombre menos por la segunda amarilla de Rodrigo, que no estará en el Wanda Metropolitano.
El reloj cada vez iba más rápido para el conjunto verdiblanco. Sonaban las manijas, achuchaba el público. Los últimos diez minutos fueron un suplicio para el Valencia, achicando aguas en el área entre Neto y la defensa.
Venció el Valencia, que quiso más la victoria durante más minutos en todo el partido. Se hundió el Betis, que no resucitó y se quedó a nueve puntos de los puestos europeos, un tren que cada vez está más lejos.