Al ser preguntado sobre el tema en cuestión, lo dejó claro: "No lo escondo. Cuando estoy de vacaciones, estoy de vacaciones. Soy alguien que coge peso rápido y lo pierde rápido. Cuando estaba en el Lille con 18 años, pesaba 72 kilos. Después, gané masa muscular hasta 75 kilos".
"En un mal día peso 77 kilos, pero pesaba 80 este verano. Lo perdí todo en diez días", añadió el belga. Poco a poco, está cogiendo el ritmo competitivo y transformándose en un efectivo inamovible del once inicial de Zidane. Se espera que juegue ante la Real Sociedad.
Sobre su llegada a la capital, comentó :"Fichar por el Real Madrid fue un sueño para mí. Desde que comencé a jugar en el jardín de pequeño, era el club que apoyaba. Zidane era mi ídolo. Cuando le vi en televisión, fue mágico. A menudo íbamos con la familia de vacaciones a España. Pero nunca a Madrid".
Desveló cómo fue su primera conversación con el que es ahora su entrenador: "La primera vez que hablé con él fue en la Eurocopa de Francia en 2016. Dijo que sería bueno que fuera y cuando Zidane te llama es serio". Unos años más tarde, se produjo el traspaso.
Aprovechó también para confesar que pudo fichar por los 'merengues' hace mucho tiempo: "No fue una frustración no fichar antes por el Real Madrid. Me fue siempre bien. Cuando estuve en el Lille, existió la posibilidad de fichar por el Real Madrid. Solo tenía 21 años y quería probar en Inglaterra".
Por último, analizó sus últimas actuaciones: "Estoy satisfecho este último mes. He marcado, asistido y provocado un penalti. Los primeros meses no fueron suficientes. Trato de hacerlo lo mejor posible. Este último mes, cogí la pelota, desbordo más, y acelero".
En sus primeros partidos, se le vio más tímido de lo que era con el Chelsea. "En los primeros meses, intenté ser simple, pero la gente esperaba que regatease más", dijo, dejando claro que no estaba dando el 100% de su capacidad desbordante, que lució en Londres.