La victoria del Atlético de Madrid sobre el Cádiz en el arranque de la jornada 28 de Primera División contuvo altas cotas de polémica por dos tarjetas rojas que el colegiado encargado, González Fuertes, mostró. La primera, a Reinildo, la rectificó tras un doble plantillazo sobre Rubén Alcaraz; la segunda, a Javi Serrano, la mantuvo aunque el joven no entrara con los tacos a Álex.
El Atlético de Madrid derrotó al Cádiz por 2-1 en el primer partido de la jornada 28 de Primera División con mucho sufrimiento no solo porque los de Sergio González hicieron un buen encuentro, sino por varias decisiones polémicas de González Fuertes. Las más llamativas, dos tarjetas rojas directas de las que rectificó una.
La primera se la mostró a Reinildo en el minuto 40. El defensa entró con los tacos de las dos botas por delante a un contrabalón con Rubén Alcaraz. Es cierto que no elevó los pies, lo que habría conllevado un plus de peligrosidad, y también lo es que no impactó con dureza con su par, así que el colegiado, por consejo del VAR, acudió al monitor. Acabó retractándose.
Mucho más tarde, en el 88', expulsó al joven Javi Serrano, que había ingresado al campo desde el banquillo para los compases finales, por una tarascada en la que no fue con la plantilla, sino con el empeine de la bota diestra, tratando de rebañar el cuero de los pies de Álex. El árbitro, ya fuera porque pensaba que había ido con los tacos o porque se pasó de duro, le mandó a las duchas.
Lo curioso es que esta acción, más dudosa y quizá más cercana a la amarilla que la de Reinildo, no hizo que José Luis González, VAR del día, avisara esta vez a González Fuertes de que lo mejor sería volver a visualizar lo que había acaecido. Las redes sociales, como era de esperar, ardieron en críticas 'colchoneras' al juez.