En Los Angeles Galaxy tenía pensado Ibrahimovic dar por cerrada su carrera deportiva. Tenía 37 años cuando jugaba en la Major Soccer League, pero ya va por 39 y es uno de los mejores de la Serie A.
En unas palabras para 'Aftonbladet', el delantero sueco ha contado tranquilamente lo que sucedió para cambiar su opinión y continuar jugando al fútbol y hacerlo de nuevo en Europa.
"Quería tener un nuevo capítulo en mi vida. Estar con mi familia todos los días, con mis hijos... Entonces vino Raiola y me dijo que tenía que cerrar mi carrera en Europa y que tenía que demostrar que todavía estaba a un buen nivel. Me dijo que jugara seis meses en Milán y que después ya podría dejarlo. Me dijo que era demasiado fácil dejar mi carrera en Estados Unidos", explicó.
El agente tocó el orgullo y fue al carácter de Ibrahimovic para convencerlo rápidamente. A día de hoy, es uno de los máximos artilleros del campeonato italiano.
"Me siento vivo. Sé que puedo jugar y hacer lo que soy capaz de hacer. Los resultados hablan por sí mismos, aunque sin trabajo no se logra nada. Si quieres, puedes. Me siento bien y cada día que pasa me siento mejor y más completo", continuó.
En cuanto a su forma de jugar, Ibrahimovic confesó que ya no está para aguantar tantos esprints, pero que los elige: "La gente dice que no corro mucho, pero lo que hago es elegir la mejor manera de correr y de ayudar al equipo. Soy honesto, necesito más tiempo para recuperar después de un esprint pero elijo cuándo hacerlo y cuándo tengo que sacrificarme".
"Quiero estar en el Friends Arena y quiero volver a ver el Muro Amarillo completo cuando entre con la camiseta. Claro que lo añoro porque si alguien no lo añora significa que ha terminado su carrera, y yo todavía no he terminado", concluyó, de nuevo, sobre la Selección de Suecia.