Icardi y Mbappé humillan al OM en París

Juan Ribón hace 4 años 2.7k
Icardi y Mbappé firman dos dobletes. EFE

El Olympique de Marsella no fue un digno rival del Paris Saint-Germain en el 'Classique' que cerraba la undécima jornada de la Ligue 1. Se esperaba mucho de este duelo, pero solo tuvo goles.

Se veía venir que este clásico delf útbol francés iba a ser de los más desequilibrados de los últimos tiempos, pero nadie podía esperar que lo fuese a ser tanto.

El PSG destrozó al Olympique de Marsella durante el primer tiempo. El club marsellés, dirigido por Villas-Boas, se inmoló por culpa de su defensa adelantada, y el PSG lo explotó una y otra vez.

Con Icardi de dulce y con un Mbappé que no hace un partido malo ni queriendo todo es más fácil. El argentino hizo los dos primeros goles y el galo, los dos últimos.

Todos ellos en apenas 45 minutos. Olía a goleada como la del Leicester, pero se quedó en 'conato de', como ocurrió con el Ajax o el Celtic este mismo domingo.

Porque cuando resuelves el partido por la vía rápida en el primer tiempo, lo normal es salir al segundo muy relajado, como así ocurrió. En ese segundo tiempo el OM salvó un poco los muebles, plantando un poco de cara a un PSG que no quería cansarse demasiado.

Tardó diez minutos Icardi en marcar el primer gol, en estrecha colaboración con un Mandanda que se pasó el primer tiempo alternando buenas intervenciones con otras más cuestionables.

Pudo haber hecho más en el primer gol, quedó en evidencia en el segundo, nada pudo hacer en el tercero y poco le dejó hacer Mbappé en el cuarto.

Los goles los firmaron Icardi y Mbappé, pero tras ellos, moviendo el juego y destrozando al rival con sus pases estaba Ángel di María. El 'Fideo' firmó un partido excepcional, uno más para su colección.

Aunque quizá hablar de 'partido' sea exagerado. El PSG hizo una primera parte impecable, y jugó por inercia la segunda. Lo más destacado de los segundos 45 minutos fue la reaparición de Edinson Cavani.

El ariete uruguayo entró por Mbappé mediada la segunda parte, y compartió frente de ataque con Icardi. Tuchel, como es lógico, aprovechó la cómoda ventaja para hacer pruebas.

El Olympique de Marsella apenas inquietó durante todo el partido a Keylor Navas. Ni siquiera en la recta final del partido, con el rival pensando en la ducha que se iba a pegar tras el pitido final.

Y así, tras 45 minutos vibrantes y otros 45 de puro tedio, el PSG ganó un 'Classique' más, otro que se le escapa a un Olympique de Marsella que no gana a su eterno rival desde noviembre de 2011.

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