El derbi de Salónica es, como todo derbi griego, un partido de alto voltaje. Bueno, lo cierto es que a los griegos no les hace falta demasiado para crear infiernos futbolísticos, pero si además de rivalidad o algo en juego los clubes comparten ciudad, el partido será, sí o sí, vibrante al extremo.
Todo comenzó un lejano 4 de octubre de 2015. Entonces Ideye jugaba en el Olympiacos de El Pireo, gran dominador del panorama futbolístico griego hasta los últimos años. Y en la sexta jornada del campeonato le tocó visitar Salónica.
Antes de llegar a la media hora de juego, Ideye adelantó al Olympiacos, y lo celebró de una forma que los aficionados del PAOK nunca olvidarán: se puso a cuatro patas, imitando a un perro, y se puso a marcar el territorio (figuradamente, por suerte).
Esa celebración le convirtió en enemigo del Toumba de por vida, y aunque no volvió a marcar al equipo tesalonicense en los siguientes tres duelos en que participó, si lo ha hecho ahora que ha vuelto a Grecia.