Isak convierte un derbi normal en algo extraordinario

Pablo Gil Mora hace 4 años 8.1k
La Real Sociedad venció al Athletic con un excelente Isak. EFE/Javier Etxezarreta

Bendito derbi, bendito Isak. La Real Sociedad fue el vencedor de un clásico vasco extraordinario gracias a la entrada del delantero sueco en el segundo tiempo. Otro velocista como es Iñaki Williams respondió para el Athletic, que acabó claudicando en un Reale Arena de fiesta tras la histórica clasificación de ambos a las semifinales de Copa del Rey.

El Athletic es uno de los equipos mejor trabajados de Primera División. Hay que quitarse el sombrero con Garitano. Pero enfrente, en el derbi de los derbis, había mucha clase: la Real Sociedad no tiene calidad en su ataque, tiene magos que hacen cosas de fábula.

Tanto la Real como el Athletic afrontaban este encuentro en San Sebastián con ambición por alzarse con una victoria clave para, además de por la rivalidad, golpear a un equipo con el mismo objetivo en Liga, que es adueñarse de uno de los puestos que dan acceso a Europa.

Pero claro, la resaca copera aún perduraba. No todos los días se elimina de la Copa del Rey al Real Madrid en el Santiago Bernabéu o se vence 'in extremis' en San Mamés al Barcelona, aunque en eso el Athletic ha cogido experiencia esta temporada. El cansancio se notó y, por ello, Imanol y Garitano decidieron dar protagonismo a los menos habituales.

Con la segunda línea por el éxito copero

Los esquemas se mantuvieron en ambos onces, pero no se pudo ver a algunos 'jugones' sobre el césped donostiarra. Faltaron los Llorente, Monreal o el noruego Odegaard, que rozó la perfección en Copa, mientras que, por el bando rojiblanco, no acudieron a la cita tres hombres esenciales: el ex 'txuri-urdin' Íñigo Martínez, Yuri y Raúl García.

El ritmo ramplón marcó el inicio del encuentro en un Reale Arena que, pese a la disputa de la Real Sociedad Femenina de la Supercopa, presentó un lleno de récord esta temporada: 36.730 espectadores para recibir a unos 'leones' que llegaron en manada a territorio vecino, también con un apoyo sensacional de su hinchada.

Sorprendió Imanol dando entrada al ya destronado en el puesto de '9' Willian José. El hispanobrasileño atrajo mucha atención en el ataque realista hacia su zona y volvió a conectar bien con Oyarzabal. La Real Sociedad se adueñó de los tiempos del duelo durante la primera media hora, aunque sin llegar a romper el muro defensivo de Garitano.

Pronto, Portu empezaría a dar sus habituales quebraderos de cabeza a la defensa rival, mientras que el Athletic se desperezó para asomarse sobre el área de Remiro. Ibai Gómez avisó con una volea en semifallo. Pero todo lo que ocurrió en la primera parte entró en lo que podemos llamar normalidad.

Una tormenta llamada Isak

El 55' fue un minuto clave: entraron el héroe del partido, Alexander Isak, y la 'pantera' del Athletic, Iñaki Williams. En apenas cuatro minutos, el sueco ya encadenó tres acciones sensacionales para cambiar toda dinámica afianzada en unos 45 minutos previos bastante tranquilos. San Sebastián le recibió con los brazos abiertos y con la sensación de que siempre que está él, pasa algo.

Y así fue. Diez minutos después de entrar al campo, Isak se echó a la banda, hizo su ya habitual baile de claqué y sirvió el 1-0 en bandeja a un eléctrico Portu que encontró a su socio ideal. La entrada al campo de Januzaj aportó más calidad si cabía a un ataque vertiginoso de Imanol.

Pero el Athletic alzó la mano en una contra perfecta de dos de los sustitutos de Garitano en el derbi: de Muniain a Williams y de la 'pantera' al empate a uno. Velocidad y desparpajo de Iñaki para ganar la espalda a Le Normand y batir a Remiro en el mano a mano. Un jarro de agua fría en toda regla para el Reale Arena.

La tranquilidad volvió a preceder a la tempested generada por el malabarista de LaLiga. Minutos de un ritmo bajo hasta que Januzaj, en el 83', encontró al espacio a Portu, este dejó de tacón para Isak y, tras una gran primera parada de Unai Simón, el ariete sueco fusiló toda esperanza de los 'leones'.

No dio tiempo para más. Bueno sí, para la ida de olla de un Muniain que, con una entrada criminal, casi le partió el tobillo a un, dentro de lo que cabe, afortunado Oyarzabal por tener el pie apoyado en el suelo. Muniain se fue expulsado y, con él, toda esperanza del empate en un derbi extraordinario por obra de un tal Alexander Isak.

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